Mi bebita me despierta en la mañana
Con un cántico de alabanza en mi ventana
Dulce abrigo a mis sueños son tu piel
Suave susurro a mis oídos tu querer.
Tú llenas de alegría mi
existir
Con tu radiante armonía y esplendor
Los paisajes reverdecen cada día
Al sentir tu presencia y tu calor
Son tus notas toda una melodía
Que a mis oídos desde niño deleitó
Tus caricias y abrazos me fascinan
Tiernas manos que mi cuerpo acarició
Sin asomo de tristeza en tu belleza
Me irradias de alegría y compasión
Esa suave y armoniosa melodía
Me alegran el oído y
corazón
Eres esa tierna y pura niña mía
Que a mi vida Dios le quiso regalar
Para darle un renuevo de alegría
Ya me estaba envejeciendo sin parar
son tus llantos, y tus risas cada día
los que inspiran mis deseos de continuar
para darte un futuro, una vida
avanzando paso a paso sin parar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario