Eso
de ser patrón es muy chulo, pero ¿Y al obrero qué le den por donde más le duela?
Ya
está bueno de querer cogerse los huevos, que dirán las gallinas de su trabajo. Y
más encima nos toca tratarlos de “Doctor”, ¡váyanse muy al carajo!
Queridos
“Doctores” del gobierno; como rural que soy, y solidario con mis paisanos, os
pido paz, felicidad, salud y trabajo para todos en el 2020.
Pero,
esos pequeños detalles, insignificantes en sí mismos, por ejemplo, el plan de trabajo,
salud y pensiones, a mí me caería lo mas de bien si lo mejoran.
Aunque
ustedes no son magos, sí podrían hacer de gobernantes, administradores y economistas
que dicen ser, para que la paz y la prosperidad se amañen por estos lares. Y así
evitar que nos declaren “muertos de hambre”, a pesar de estar “vivitos y culiando”, y
todavía respirando.
Esta
humanidad está a medio camino entre un robot y un ser vivo. Parece ser que los humanos
se convierten cada día en una clase de materia animada; no son robots ni son
humanos, sino, organismos con motivaciones específicas.
Ningún
ser humano tiene su futuro asegurado, pero si cooperamos entre todos, podremos
tener uno. Pero muchos no tienen ni puta idea de eso.
Cuando
se descubra cómo lograr que las personas sean “humanas”, no solo se obtendrá un
futuro, sino uno lleno de esperanza.
Quizás,
en el futuro, se pueda lograr que las personas se muevan de forma espontánea en
favor del otro, para que se reúnan en grandes grupos y obtengan inteligencia
colectiva y así dar solución a sus propias necesidades, como los desafíos
ecológicos que supone el cambio climático.
Es
difícil saber ahora si esta forma de vida “mutante” en la que estamos, tenga
consecuencias no deseadas; puesto que, sin amar al otro, nuestro propio bien "no
durará mucho".
Estamos
engañándonos a nosotros mismos, porque él que solo se considera a sí mismo, se
va quedando en el olvido de los demás.
¿Usted
no sabe quién soy? Soy de la familia del cantante ese que canta reguetón.
JoseFercho ZamPer
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