¿Quién
soy yo?
Esta
pregunta es frecuente pero la respuesta es tan inusual que se podría considerar
una pregunta retórica. Es una pregunta que nos solemos hacer con regularidad
cuando nos sentimos inseguros o no sabemos cómo tomar las riendas de nuestra vida.
Identidad:
algo que nos define
Hay quien
se define como estudiante, futbolista, reportero, cinéfilo; mientras que otros
se definirán como una persona alegre, simpática, divertida, curiosa, pasional,
etc.
La Psicología
define el autoconcepto, el yo o “ser” como un mismo constructo formado por dos
identidades diferentes: La identidad personal y la identidad social.
La
identidad social
Nuestro entorno
determina nuestra autoestima.
La
identidad social define al yo (el autoconcepto) en términos de los grupos de
pertenencia.
Definirnos
con aquellos adjetivos que nos hace diferentes o nos aportan un valor
diferencial al resto, es nuestra formad de mostrarnos.
Por ello
definirse en base a grupos de alto estatus social supondrá una alta autoestima,
mientras que quienes formen parte de grupos poco valorados socialmente, tendrán
que utilizar estrategias de apoyo en la identidad personal para lidiar el
decremento en su valoración.
De esta
forma vemos el alto impacto que tienen en nuestra autoestima y autoconcepto,
los distintos grupos a los que pertenecemos.
La identidad
social y autoestima se encuentran estrechamente relacionadas. Parte de nuestra
autoestima depende de la valoración de los grupos de pertenencia. Si el grupo
de pertenencia nos gusta, nos gustamos. “Brillar con el reflejo de la gloria”
de otros. Nos identificamos con los logros del grupo o alguno de sus individuos
y esto se ve reflejado en un estado de ánimo y autoestima positivo. Este efecto
se puede ver ampliamente en la afición por el fútbol.
La
identidad personal
La
identidad social define al yo (y el autoconcepto) en términos de relaciones
sociales y rasgos idiosincráticos (yo soy diferente a otros). Tenemos tantos
“yoes” como relaciones en las que estamos involucrados y características
idiosincráticas que creemos poseer.
La
dualidad de la identidad
Colectivistas
independientes, colectivistas puros, colectivistas idiocéntricos, individualistas
alocéntricos, y los renegados.
Esta
dualidad refleja que hay una parte de nosotros de la que no somos conscientes y
solo desde el exterior, se nos comunica. La sociedad es el espejo en la que
podemos discernir nuestra forma de ser.
Si crees
que tú únicamente eres tú, voy a decirte que eres menos tú, de lo que piensas. Aunque podamos creer que somos mucho para el
otro, puede que seamos poco.
En el
proceso de interpretación entran en conflicto el modelo mental recibido del
exterior con el propio, es decir, el cómo nos ven y el cómo nos vemos. Esta
información se incluirá y se integrará en nuestro modelo mental a partir de dos
rasgos: la carga afectiva y la recurrencia.
Cada
persona tiene una manera propia y única de captar la realidad, de pensar y
procesar lo que nos sucede y de actuar conforme nuestras percepciones,
vivencias previas, creencias y valores. Dicho de otra forma, cada ser humano
tiene su propia personalidad.
“Nosotros”
se refiere al grupo interno, y “Ellos” se refiere al grupo externo.
En grupo externo es un grupo al que no
pertenecemos y con el que no nos identificamos.
JoseFercho ZamPer
Qué buenas reflexiónes.
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