Resiliencia.
El mejor significado
es: Capacidad que tienen algunas personas para recuperarse de las situaciones
complicadas y saber aprovecharlas para obtener beneficios y seguir avanzando
hacia a futuro.
Es la capacidad
que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de
un ser querido, un accidente, la pandemia o cualquier otra desgracia.
La resiliencia
potencia la felicidad.
Cuando el
individuo cambia su visión del mundo y reinterpreta su sufrimiento para adaptarse
al cambio y actuar a favor de, en lugar de traumatizarse o angustiarse; aprende
a ser feliz pese a las circunstancias.
Procrastinar.
Es difícil de creer,
pero nuestros miedos, limitaciones y creencias respecto de nosotros mismos y del
mundo, nos impiden tomar decisiones que nos lleven a culminar las tareas que
sabemos, nos traerán a un mejor resultado.
En nuestro
caminar hemos tenido proyectos o tareas que sabemos bien de su importancia para
nosotros, pero que por alguna razón somos incapaces de comenzarla, o nos cuesta
mucho terminarla. Porque pensamos que aún no es el momento para alcanzar el éxito.
No dejes para
mañana lo que puedes hacer hoy.
Nuestras emociones
nos puedes estar llevando a actuar sin actuar. Es necesario identificar los
factores personales que nos están llevando a postergar las cosas para después,
a sabiendas que necesitamos la solución ahora.
Enfoquémonos en
crear hábitos que nos permitan culminar las tareas, y ser más productivos en
cada área en las cuales nos hemos fijado una meta concreta.
Es necesario entender
qué es aquello que nos lleva a no tomar acción, e ignorar el problema.
Luego de reflexionar
y analizar la situación, hay que trabajar con las herramientas correctas en el
manejo de nuestros miedos y limitaciones. La dedicación funciona mejor que la emoción.
Con el uso de
fármacos se puede aplacar los síntomas producidos por la ansiedad o la
depresión, hasta el punto de mantener a la persona adormecida o elevado, en vez
de afrontar los momentos difíciles. A veces, las personas se sienten solas, pero
otras veces se sienten más solas; y si no hay quien les dé afecto, se vuelve imposible
vivir.
Es inevitable
que la vida nos ponga contra las cuerdas en muchas ocasiones, pero a parir de la
pandemia del COVID, muchas personas se sienten más solas, ante el terremoto
causado por la muerte de seres queridos y sin poder hacer un duelo apropiado, han
buscado las drogas psicofarmacológicas para sentirse menos solos en las oscuras
horas del desamor.
El miedo es
una especie de eclipse cognoscitivo que cubre nuestros sentidos con una niebla
amenazadora que solo cuando se retira nos deja volver a ver con cierta claridad.
Una persona
resiliente, optimista y productiva, se mantiene lejos de este tipo de problemas.
Nuestros temores
como el estrés se convierten en culpa, y los medios de comunicación comercian
con ellos sin ningún remordimiento ni rubor.
Ha llegado el
momento de repensar lo que la sociedad entiende por éxito y por fracaso. Pues,
sin espacios de quietud, de silencio o de lectura estaremos condenados a la desesperación,
pero los buenos hábitos de vida pueden mitigar el riesgo de sufrir tales
dificultades.
Así las cosas,
es muy importante entender que nuestros niños, niñas y jóvenes aún están en
proceso de formación, por lo que hay que enseñarles a afrontar las situaciones
de conflicto propias de cada edad y de las circunstancias que estamos viviendo.
Hay muchas
personas que viven en un estado de incapacidad mental, o en un tipo de locura desconocida,
por el uso excesivo de medicamentos sedantes.
La misión en
este mundo es ser felices, y ayudar a los demás a que lo sean, para ser útiles.
Te deseo que
encuentres paz e inspiración para convertirte en la persona que deseas ser y que
te sientas realizado.
Jesucristo te ama y e bendice.
JoseFercho ZamPer
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