Una rosa y un poema



Una rosa y un poema
En el día de tu santo
Hoy venimos  a tu puerta
A alegrarte con mí canto
Reunidos en familia
Tú cumpleaños ha llegado

Una rosa y un poema
Le  regalo a mi amada
En este día tan hermoso
Cuando al mundo tú has llegado
Hoy es día de alegría
Con amor lo celebramos

Esa rosa es tu belleza
Que a mi vida, tú le has dado
El poema te demuestra
Que mi amor por ti es sagrado

PENSAR ES DAÑINO PARA LA SALUD



Hubo un día en mi vida, el cual me da miedo recordar, fue aquel día en que se me dio por pensar.
Recuerdo que regresaba de un día más de trabajo, como todos los demás días. Llegue a mi casa en Bogotá, la que está en una de las montañas de la capital, pues también a nosotros nos han desplazado.
Estaba algo cansado del viaje, pues regresaba de parís aquel día y por descuido del capitán fue necesario hacer una parada técnica para recargar combustible. Ya comprenderán ustedes que eso nos ocasiona algunas incomodidades pues tener que bajarse a pagar en sitios desconocidos no es muy conveniente. Lo cierto es que se nos demoro el viaje y me fastidie un poco.
Llegue a casa y no encontré a nadie en ella, entonces decidí apagar el celular, la tablet y algún otro aparato de esos que uno carga por razones de trabajo, para evitar que me molestaran y así poder descansar. Era tal el cansancio y la costumbre de andar solo que ni me acorde de llamar a mi esposa, por lo tanto ni idea donde andaba.
Me acosté y como algo muy normal no me podía dormir, entonces cometí el gran error de mi vida, “me puse a pensar”.
Comencé a analizar el porqué los empleados se quejaban tanto del sueldo y del trabajo que realizaban, pues se les pagaba muy bien, la gran mayoría de ellos ganaban algo así como unos us$300 mensuales, ¿“trescientos dólares”? me asusté al pensar en tanto dinero por cada uno de ellos, con razón que se gasta tanto mensualmente, y eso es solo a los de las fincas cafeteras, y pensar que el precio del café está tan barato.
Por tal razón fui a parís a pactar nuevos precios para mi cosecha, allí logré que me pagaran a us$4,50 libra. Pues los pude convencer que toda la cosecha era de la más alta calidad y con los mejores cuidados fitosanitarios, además se pudo vender como un producto ciento por ciento orgánico.
La ventaja es que casi todo lo que vendo es comprado a los campesinos de la región a unos precios que ni para que les cuento.
Yo pensaba en ese asunto y me reía pues el negocio era bastante bueno, por eso es que no comprendo de que se quejan los campesinos.
Luego me acordé de mi hijo mayor, y me recorrió un escalofrió por todo el cuerpo, me pregunté: ¿donde andará ese muchacho? es que me da cierto temor de que un día cualesquiera me desbanque de mi puesto, pues ya es mas inteligente para los negocios que yo, desde la escuela esta sacando avante una empresa de multimedia, y se esta volviendo muy conocido en el medio de los juegos, pues a todos les gana y los deja sin para la lonchera. Se atrevio a decirme que cuando salga de la prepa, le deje dirigir una de mis empresas, aquella que yo le gané a mi padre.
Digo le gané porque me toco declararlo no apto para dirigir su fabrica de chocolates, pues ya estaba al borde de la quiebra por buena gente, se le dio disque por mejorarles las condiciones salariales a sus empleados.
Como ustedes entenderán yo no podía permitirme esos lujos, como le digo a mis colegas, necesitamos cuidar la rentabilidad, minimizar los costos y aumentar las ganancias. Y esto solo se logra aumentando los precios al consumidor final y disminuyendo los salarios y la calidad del producto, claro que sin que nadie se entere, así nos ahorramos ciertos problemitas con el gobierno, a esto es a lo que se le llame “ser astuto”.
Por estas razones fue que me hice amigo de los banqueros, pues ellos si que saben hacer prosperar sus empresas.
Como a eso de la media noche, extendí mi mano buscando a mi esposa en la cama, pero no la encontré, y entonces pensé, ¿donde andará, si ella sabía que yo llegaba hoy?, que se habrá hecho, para donde se iría? Pero bueno a la final ni la necesitaba esa noche, pues la noche anterior en parís había estado con mi amiguita francesa, y lo que necesita era descansar. Lo único que me preocupaba era que me estuviese adornando la frente, eso si sería bien feo para mi reputación.
Claro que siendo consecuente, hacía tiempo que no nos veíamos, menos pasar algún tiempo juntos. Pues con mi trabajo y los viajes era un tanto difícil, pero también es cierto que ella jode mucho, pues me dice cada que voy de viaje que la lleve a pasear, como si no tuviera bastante que hacer, además ella se la pasa todos los días de paseo con las amigas.
Que dirán mis colegas si me ven viajando con la mujer, pensaran que me la tiene montada, y eso no es bueno para los negocios pues ellos cada que me los encuentro me presentan amiguitas con las que podemos salir a divertirnos, sin ningún compromiso.
Bueno, pensándolo bien como que es hora de llevarla de paseo a algún pueblito turístico por aquí cerca, pues ella también se merece una salidita a tierra cliente.
Ah, pero que mamera tener que montar en carro, con esos trancones que se forman saliendo de Bogotá, y que decir del regreso.
Al fin no supe a que hora me dormí, lo cierto es que al otro día, bien tarde me desperté y mi esposa estaba en casa, y me sacó el cuento disque había llegado tempranísimo, pero que yo estaba profundo entonces para no despertarme se había dormido en la habitación de huéspedes, pues ella sabía que yo había llegado muy cansado y le dio pesar conmigo. Vaya cuentos tan raros, pero bueno creo que todo esta bien.
Me desperté tanto o mas cansado de lo que había llegado, pero lo grabe era que me sentía con algún tipo de culpabilidad por lo que pensé la noche anterior, y eso si que afectaba mi buen juicio. Entonces encendí todos mis juguetes y vaya, la vida me volvió, igualitica como antes, sin remordimientos ni culpas, pues comencé un nuevo día de rutina.
Por eso hoy les escribo esto, para recomendarles muy encarecidamente, si quieren mantenerse sanos no piensen muy seguido pues “pensar es dañino para su salud”.
Uf, que agradable ser uno mismo.



by. JoseFerchoZamPer