Sobre la autoestima.

La autoestima es la parte de la persona que pone en peligro las posibilidades de ser o no ser. Y está formado por una estructura emocional, mental y espiritual que crean en si una fina capa que nos desconecta de la vida real; de tu SER.

La autoestima es una elaboración mental, que nace en el hogar, conforme al trato con las demás personas, y a las oportunidades que hayamos tenido de ser alguien, de ser autónomos, de tener un pensamiento propio, y de ser tenidos en cuenta; y del grado de satisfacción con nosotros mismos.

Por tal razón quienes han sido abandonados desde niños, cuando el padre o la madre han abandona el hogar, o se divorcian, o aquellos padres que no tienen tiempo para sus hijos por una u otra razón. 

Cuando Ser, significa tener. Cuando la educación religiosa solo busca obediencia y sumisión, o aceptación solo a sus líderes mundanos.  Es allí, donde nace y se reproduce la poca valoración del ser humano. Esta es la gran tragedia que sufre la sociedad actual.

La autoestima es la oscuridad más densa, y el miedo es el pegante más poderoso  que mantiene unida dicha oscuridad a tu ser, quien boicotea tu potencial y tus sueños. Ella es la  sumatoria de multitudes aisladas.

Cuando vemos a alguien construyendo calles, autopistas, casas, autos, o arando el campo; nos vemos como seres anónimos llamados obreros o empleados, también, ingenieros, arquitectos, técnicos, etc.  Mas sin embargo, lo que realmente hay allí, son seres humanos llenos de necesidades, ambiciones, deseos, anhelos y todo aquello que se ha aprendido a desear en la vida, desde la niñez hasta la juventud; todo eso con algún propósito.

Lamentablemente, en la mente de muchos de nosotros existe la idea de que algunos sí somos gente y otros no, que unos si cuentan y que otros no cuentan.

Pero esto es un cuento viejo, a los indios, a los negros africanos; los españoles, los ingleses y muchos otros, los trataron como a bestias de carga, con el fin de usufructuar el producto de su trabajo. Esto ha contribuido a que muchos aun es este siglo, creamos que el valor que poseemos depende únicamente de la labor que realicemos, por los estudios que tengamos; no por el hecho de ser personas.

Con toda esta carga histórica, el ser humano lo más que siente por sí mismo y por los demás, es desprecio, desvalorización, porque así se ha institucionalizado a través de la historia, por todo el maltrato recibido de sus propios congéneres, por su manera de pensar y de ser con los demás.

Conoce tu lado oscuro.
Si tú solo crees en lo material, estas en la oscuridad.
Es necesario mirarnos más a fondo, para saber con quién  nos enfrentamos. En nuestro corazón es donde habitan estos demonios.

Si estás cansado de intentar vivir tus sueños, de buscar cambios en tu vida, solo buscando la manera, la forma, y así, todo el tiempo buscando; es hora de hacer algo.
Reconocer nuestros errores, nuestras debilidades, es algo muy importante para hallar la solución. Tu verdadera oscuridad es el saboteador interno, tu EGO. Esa parte de ti que no quieres cambiar, que no quieres entregar, que no desea salir a la luz, ese es tu ego, tu personalidad, tu control.
Es realmente necesario conocer cómo es, y tener valentía para enfrentarlo, el miedo nos dirá que ni siquiera lo intentes, que no avances por el camino, que pierdes el tiempo, que no llegaras a ninguna parte.

La rutina y los hábitos en lo cotidiano, son parte de esa oscuridad que nos mantiene atados, que nos  impide tomar consciencia de quienes somos en realidad, de ese niño interior que desea soñar, la consciencia, el origen de sus sueños, de sus objetivos; su verdadera esencia.
También es necesario reconocer, cómo estamos creando nuestra realidad hoy. Los pensamientos, sentimientos y percepciones, no son la verdad, solo son pate del personaje que hemos creado de nosotros mismos, para poder entender y sobrevivir en nuestro entorno, dadas las circunstancias que nos rodeaban.

Por ejemplo; si estoy desempleado, me echaron del trabajo, esto nos puede generar un resentimiento en contra de los jefes, de los empleadores, o de nosotros mismos por no haber hecho lo necesario para mantenerse en el puesto. O también me puede llevar a la única oportunidad de darle la vuelta a la situación y encontrar mi poder hacer algo personal, de realizar mi propio proyecto, ese que tenía escondido para aquel día cuando tuviera tiempo. Solo es cuestión de decidir qué hacer con mis sueños, con mi vida.

No es bueno desconocer nuestro yo interior, es la raíz del conflicto a solucionar, es el origen de nuestras creencias. Cambiar esa vieja manera de pensar, nos proporciona mayor bienestar.
Creer en cualquier limitación no es bueno, el ego nos impide tomar posesión de nuestra verdadera vida, nos impide entrar en el reino de los cielos, este hay que dejarlo detrás.

Todo lo que sembramos alguna día  lo recogemos, y esa cháchara mental, el blablablá que fluye por tu cabeza todo el día, positivo o no,  dará un fruto más tarde. Por eso es muy importante pensar en lo que es bueno, agradable y perfecto. Y solo Dios es así.

Lo que asumimos como verdad, el por qué hago lo que hago, eso es lo que nos lleva a actuar, lo que alcanzaremos en el futuro.

Pretender mantener un estricto control de todo lo que hacemos, pensamos o sentimos, es algo imposible de realizar, siempre hay distintas formas de ver la vida, pero podemos elegir la opción que más nos favorezca para el buen desarrollo de nuestro ser.

Para ser sinceros, siempre tendremos la opción de ver las cosas por el lado bueno o por el malo, todo depende de cómo veamos el mundo desde dentro de nosotros.
Si la situación es negativa a nuestro parecer, tenemos la oportunidad de darle la vuelta y buscar el bien que ésta encierra. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío.

En ti está la vida o la muerte.

La vida está en tu forma de pensar, de hablar, o de hacer; pero la muerte también. La una te levanta, la otra te destruye. Ahora tienes la opción de decidir qué hacer, generar vida o generar muerte, porque lo que piensas es lo que vas a hacer, si piensas bien, harás el bien, pero de lo contrario, harás el mal.
Con solo pensar no alcanzaremos hacer suficiente, necesitamos pasar del dicho al hecho. Para crear necesitamos hacer, generar los cambios que deseamos ver, lo que tú decidas creer, te llevará a avanzar o a retroceder, a crear o a destruir. Donde pongas el ojo, pondrás la bala. Según sea su enfoque podrás ver o no ver las oportunidades.

Es fundamental saber hacia dónde vamos, y que es lo que queremos, conocerse a sí mismo para saber a quién te enfrentas, entender lo que pasa con los personajes internos en tu mente. Reconoce e identifica bien esa parte de ti que te dice que nada va a funcionar, que dejes de luchar, de buscar, ese es tu verdadera oscuridad, tu saboteador interno, tu yo oscuro. Hace falta valentía para enfrentar esa parte oscura en ti.

Durante los primeros 25 años de mi vida laboral, aprendí y usé muchos métodos para encontrar nuevas y mejores capacidades para hacer frente a los problemas. Me di cuenta de que para poder salir avante, era necesario eliminar los esquemas de pensamiento que creaban sufrimiento, que debería ir más allá de los límites impuestos por la sociedad y la misma ciencia. Busqué técnicas efectivas que pudiera usar por mí mismo y que me permitiera ser libre de cualquier dependencia respecto a un consejero/terapeuta para poder funcionar bien.

Es realmente posible resolver tus angustias internas, tus conflictos y limitaciones. Cuando te des cuenta de tu diálogo interno, escribe lo que estás escuchando.  
El amor incondicional acepta “lo que es” y honra su libre albedrío para cambiar el curso de su propia vida. El amor incondicional le permite que deje libres a las personas con las que se encuentra más vinculado para que ellas conduzcan sus propias vidas.

Significa decir tanto “sí” como “no” en las relaciones con los demás. Quiere decir amarse a sí mismo y a las otras personas. No significa de ningún modo admitir comportamientos inaceptables de los demás en detrimento de la propia persona.

El Saboteador interno.
En cuanto las personas empiezan a dar pasos para cambiar sus vidas salta una alarma interior,  es una fuerza potente y universal; seguramente los planes de hacer cambios en sus vidas vienen a sacudir esa maquinaria bien engrasada. Todos tenemos una –o más de una– voz interior de auto-sabotaje que nos retiene.

Mientras más grande sea el sueño, más fornido será el Saboteador al que tendrás que enfrentar.
El Saboteador interno es la misma “autocritica negativa” es una de las formas estúpidas de proceder para poner en riesgo el cambio que necesitamos. Es aquel que nos dice “deje así”, y se manifiesta a través de la sensación de estar dando vueltas alrededor del problema. Nos justificamos o defendemos el problema.

 El miedo es el deleite del saboteador.
 El miedo es el lado oscuro de la vida. Sirve de alerta cuando se encuentra usted frente a un peligro real y necesita realizar alguna acción para protegerse. Sin embargo, también se apodera de su mente cuando no existe ningún riesgo real y lo anima a crearse problemas generando pensamientos que producen temor.

El miedo le enseña a esperar el peor resultado posible en cualquier circunstancia, a dudar de los demás y a dudar de sí mismo. Lo paraliza y lo mantiene bloqueado en situaciones dolorosas de las que usted necesita liberarse.

El miedo lo obliga a no reconocer ni respetar los límites, también le impide establecerlos. Lo sabotea convenciéndolo de que si usted no se muestra indulgente con lo que los demás desean, ellos pueden rechazarlo, abandonarlo o de alguna manera hacerle daño.

El miedo lo conduce a abusar de usted mismo. Lo arrastra más allá de los límites de su resistencia física y emocional porque usted se dice que no podrá lograr el éxito sin sufrir ni trabajar en exceso.
El miedo también lo saca del presente para llevarlo al pasado con el fin de que recuerde antiguos sufrimientos y decepciones y que alimente la idea de que se repetirán en el futuro. Es preciso respetar los límites que nos definen como seres humanos. Cuando los padres se rinden ante los caprichos de sus hijos, lo hacen por el temor de disgustarlos. Estos padres no se sienten cómodos frente a la ira y el resentimiento. La capacidad de establecer unos límites sanos se desarrolla en un contexto de amor y no de miedo.

Cuando usted es capaz de ver con toda claridad a su Saboteador y reconocer los esfuerzos que realiza por perjudicarlo por medio de pensamientos temerosos o negativos, usted tiene la posibilidad de oponerse a él, rechazar sus sugerencias destinadas a debilitarlo y transformar dichos pensamientos en una fuerza poderosa y positiva para su vida.

Las personas que cosechan éxitos piensan de una forma positiva, aceptan los límites y practican una sana autodisciplina, así como también la disciplina de respetar los límites que existen entre las personas. No abusan de sus relaciones con los demás. Establecen tratos con las otras personas y cumplen con su parte del convenio.

Debido a su respeto por los límites, son capaces de conseguir un éxito ilimitado. Saben muy bien que todo el mundo cuenta y es importante en cualquier sistema, ya sea una familia, un negocio, un gobierno o un sistema religioso. Los que se ignoran a sí mismos, a los otros e incluso al contexto dentro del cual funcionan, sabotean su éxito y confirman su posición de perdedores.

La actitud mental y la zona de confort
Vivir en un estado de confort es algo por el que todos pasamos ya sea a nivel personal, familiar, social, sentimental o laboral Identificar cuando ese estado literalmente se está comiendo nuestra vida es difícil.
Entrar en estado de confort puede llegar a ser muy similar a una adicción por lo tanto aceptar que se vive en un estado de confort no es fácil, lo que nos hace caer en la negación de dicho estado.
El estado de confort nos ata, nos limita, nos condiciona, nos duerme. Hoy me pregunto, ¿Qué hubiese pasado si en mi vida hubiese aprovechado todas las oportunidades que estaban a mi alrededor?, pero que gracias a la zona de confort no supe aprovecharlas. El miedo a fallar es uno de los mejores amigos de la zona de confort.

¿Te sientes atrapada en una rutina sin sentido? ¿Sientes que no logras tomar las riendas hacia una vida mejor?
¿Alguna vez has experimentado la sensación de que si bien lo tienes "todo", es decir, un trabajo, un hogar, salud, familia, también sientes como que algo falta y no sabes exactamente qué es ni entiendes por qué te sientes así?

¿Has sentido como que no tienes el derecho de estar insatisfecho, pues sabes que hay personas que tienen necesidades o carencias mucho más grandes que las tuyas, pero la verdad, es que en el fondo no te sientes tan pleno como te gustaría sentirte?
¿A pesar de que te esfuerzas demasiado, de alguna manera no te encuentras del todo satisfecho con tus resultados?

¿Piensas que la vida ha sido injusta contigo por no pagarte conforme a tu esfuerzo?
¿Consideras qué has seguido el camino que la sociedad te ha "enseñado", pero aun así no logras ser completamente feliz ni aceptas la posibilidad de seguir otro camino?
¿Te has resignado a "seguir el plan" que te han marcado y aceptar lo que tienes a pesar de no sentirte tan exitoso como quisieras?

Ante un entorno difícil, altamente competitivo y con pocas oportunidades de mejorar en el ambiente social y en cualquier forma en que uno invierta su tiempo, se vuelve un imperativo explorar nuevas ideas que nos guíen en la vía de desarrollo de estas ideas para encarrilarnos en la mejora de nuestra calidad de vida ya sea en la familia, escuela, sociedad o en un trabajo.

Los seres humanos nos encontramos en búsqueda del éxito, la felicidad y la libertad, y el camino que hemos aprendido para alcanzarlas está basado en el ESFUERZO, el tiempo y la SUERTE.
Si la mayoría de las personas aseguran que a pesar de que se esfuerzan no han alcanzado sus metas y sueños, probablemente esta no es la mejor manera para lograrlo.

1) Primero que nada, debes aceptar que estás en la zona de confort. Es decir, debes reconocer que estás haciendo la misma cosa que has estado haciendo por mucho tiempo, y no has hecho nada, para cambiar tu situación. Si estás en un trabajo que no te gusta, tienes un mal hábito que te acompaña desde hace mucho tiempo, estás en un bache económico, etc, tienes que reconocer que debes tomar medidas para cambiar esa realidad que no deseas en tu vida.

2) Conoce tus miedos. A ves los miedos nos permiten sopesar nuestras opciones. Sin embargo, dejarnos llevar por nuestros temores puede acostumbrarnos a ser demasiado negativos: “no serviré para ese trabajo”,  “no soy lo suficiente bueno para lograr mis sueños” etc. Enfrenta tus miedos y no permitas que esa voz negativa te paralice. Claro que puedes y claro que eres capaz. Así que ¡Cuidado con ese saboteador interno!

3) Piensa en lo que realmente deseas hacer. Visualiza en tu mente lo resultados y cuáles serán los sentimientos que experimentarás una vez que se hagan realidad esos resultados.
Tanto nuestra imaginación como nuestros pensamientos son unos perfectos aliados para producir verdaderos cambios en nuestras vidas.

4) Es momento para la acción. Como dijo Albert Einstein: “si quieres resultados diferentes, debes hacer cosas diferentes”.

Sal de tu zona de confort y abre tus horizontes.
Si te quedas toda la vida estacionada en lugares que conoces, puede que el día que te topes con lo desconocido, no sepas qué hacer. Y de todos modos tu misma vida se encargará de llevarte a lugares donde te sientes incómoda, insegura, fuera de control. Cuando voluntariamente abres tus horizontes a conocer lugares, situaciones y personas que no te son familiares, irás descubriendo una dimensión tuya y del universo que no sabías existía y podrás comprender que el Mundo es un vasto jardín de sorpresas.

La mayor parte de la gente vive en automático. Esto comienza al nacer, cuando el “sistema” – la familia, la escuela, el estado, la iglesia, y el mundo corporativo promueven la dualidad y se construye con pensamientos y acciones que son premiadas o castigadas. Genera seres que viven sin reflexión. Hay un tiempo de diferencia entre el pensamiento y la acción, y ese, es el que hace la diferencia entre vivir en automático y vivir con conciencia.

La belleza reside en el equilibrio. Si no te das tiempo para hacer cosas que te gusten, si dedicas demasiado tiempo a los demás, si das para que te den o para que te quieran, si tu vida depende de la aprobación de los demás, si exiges aprobar la vida de los otros, si trabajas de más para no tener que cuestionar tus vacíos en otros lados, tampoco vives en equilibrio. Si hay una parte que no está funcionando bien, todas las demás funcionan en compensación.

No hay nada más atractivo que una persona que se expresa en su totalidad, eso no significa que exageres para llamar la atención, sino alguien que siente la libertad de ser quien es, decir lo que siente, hacer lo que le nace, amar a quien quiere. “Ama y haz lo que quieras,” decía San Agustín, y aplicar la regla de oro: respetar a los demás si quieres que te respeten.

Si estás dedicándote a algo que no te gusta, empieza a tomar medidas para cambiar de actividades: ya sea por medio de cursos, talleres, escoger otra carrera, otro tipo de trabajo, montar un negocio propio, etc.
Si es un hábito que te molesta, consulta con un profesional, según sea aquello que te afecte. De manera que pueda ayudarte a eliminar ese mal hábito. O bien, esfuérzate en dar los pasos certeros para ir eliminándolo poco a poco. Ejemplo: si deseas eliminar el hábito del cigarrillo, en vez de fumar 10 cigarros diarios, ponte una meta de ir reduciendo el consumo de un cigarrillo diario cada semana.
Si por ejemplo se trata de un problema de confianza en ti mismo, empieza por amarte más.

Eres una persona maravillosa. Elimina esas creencias limitantes que minan tu autoestima y no te hacen creer en ti. Lee libros y blogs sobre desarrollo personal que eleven tu autoestima.

Esto es un proceso que lleva paciencia y perseverancia. Pero créeme que vale la pena.
Lo importante de todo esto, es que tomes pequeños pasos hasta que puedas salir de tu zona de confort y poner todo tu potencial, la debida confianza en ti mismo y tu creatividad, en lograr lo que realmente deseas ser y tener. Depende de ti.

Los resultados están en tus manos y dependen de que cambies tu actitud mental y la forma que te enfrentes a las circunstancias para salir de la Zona de Confort, siguiendo el método propuesto.
Salga de su zona de confort, sólo se puede crecer si usted está dispuesto a sentirse incómodo y molesto al intentar algo nuevo. No tendremos mejores condiciones en el futuro si se está satisfecho con todo aquello  que tenemos en la actualidad.

Si usted se pone en una posición en la que tienes que salir fuera de su zona de confort, entonces usted está obligado a expandir su conciencia.
No tengas miedo de salir de su zona de confort, pues ella tiene más control de nosotros, que nosotros mismos, y tus sueños no se realizarán dentro de ella. Si usted insiste en permanecer en su zona de confort, no irá muy lejos.

La vida es la oportunidad que Dios te da para realizar tus sueños, aprovéchala.

Ahora sabemos que todo lo "que nos pasa", lo genera uno mismo.
La Zona de Control es la zona en la que nos encontramos seguros, en la que controlamos, nada se nos escapa y que conocemos de principio a fin. Es una zona que hemos ido conquistando, donde lo tenemos todo aprendido y que también nos ha conquistado a nosotros.

JoseFercho ZamPer

Tan cerca y tan lejos.

Dios mío
Hoy te pido tantas cosas,
Que ni yo mismo lo creo
Pido que me ames, y me des,
Todo lo bueno,
Y que me recuerdes,
Así todo el tiempo.

Al pasar los días,
Yo me desespero
Pero en verdad creo,
Que tú me amas tanto
Que por mí, todo lo diste
Para hacerme nuevo.

No dejaste nada al viento,
Todo quedó saldado
Tú hiciste las paces
Con mi corazón muriendo.

Esperanza y sosiego me diste
Con tu luz, el camino me abriste
Hoy yo puedo mirar a lo lejos
Al escuchar en mi alma tu nombre
Veo claro, cuales fueron tus sueños

Han pasado meses, desde que te fuiste
Sé que estas muy bien, como lo dijiste
Todo está en paz,
Mi corazón lo siente.

Hoy sé, que tus sueños
En mí, se están cumpliendo
Cuando miro al cielo
Siento tu presencia,
Y tu gran sonrisa
Me alumbran el suelo.

Hoy puedo decirlo
Con todo respeto
Tu amor es tan grande
Que no tiene dueño.
En mi corazón, yo guardo,
De ti, un buen recuerdo.

Siento que me amas
Y que estás conmigo
Aunque tú presencia
Sea desde el cielo.


JoseFercho ZamPer 

Tu fuerza de voluntad vence el miedo.


Hace millones de años existía una raza muy poderosa, aquellos que tenían fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad nos ayuda a vencer el miedo.

¿Tienes miedo o temor?
Qué bueno, yo también lo tengo, esto me hace sentir vivo.

Si no puedes hacer algo mejor que los demás, tu caminar no será muy seguro.
El objetivo no es solo ganar, sino hacerlo bien.
Renunciar no es tan fácil.

Te paralizaste de miedo. No es el primero.
Eso es cosa de niños, y ya no somos niños.
Ayúdame con esto, porque de veras quiero entenderlo.
A veces me asusto un poco. Si, a veces me pasa, ¿a ti no?

Tus enemigos crecen y se vuelven más poderosos cada vez que muestras miedo.
 ¿Crees que este enemigo puede derrotarte? Si tu fe ha decaído, tienes que renovarla. Nuestros mejores días están por venir, y queremos que nos acompañe. Hasta el infinito y más allá.

Somos responsables de lo que hacemos.
El miedo es un enemigo que aún no entendemos completamente. Sabemos que es tan poderoso como para destruir civilizaciones.

Es para este momento que fuimos creados. Tu voluntad convierte el pensamiento en realidad, pero debes enfocar tu voluntad.

¿Tú crees ser el centro del universo? Tus conceptos serán tan fuertes como tu voluntad. Y la tuya es patética. Debes lograr que la voluntad sea digna de ti.
Recuerda, tu enemigo, no va a jugar limpio. Si sientes temor, te derrumbas.
Tu empresa será tan fuerte como su eslabón más débil.  ¿Capisci?

El miedo es el enemigo de la voluntad. La voluntad te lleva a la acción. El miedo te detiene y te hace débil, hace endebles tus conceptos, debes ignorar tu miedo. Si sientes temor, no actúas, si no actúas, no te defiendes, si no te defiendes, mueres.

Me cansé de tener la razón. No seas ingenuo, así no funciona el mundo.
Debes aprovechar una oportunidad cuando se presenta.
Has desperdiciando su vida.  Qué vergüenza.

El enemigo infunde miedo en los hombres, y se alimenta de ellos, la voluntad siempre fue nuestra única arma contra las fuerzas de la oscuridad.
El poder del miedo es impredecible, y su corrupción muy grande.

Si renuncias a lo que amas, ¿qué es lo peor que te podría pasar?
Yo solía combatir mis miedos, debemos derrotar nuestro yo interno.
El problema no es tener miedo, es saber cómo vencerlo. Hay que tener Valor.
Una vez que domine sus miedos, tendrás poder, tenemos  mucho que aprender, pero vale la pena.
Si te rindes ante el miedo, no hay vuelta atrás. Me pasé la vida haciendo eso.

Aceptar que tenemos miedo, no significa que seamos débiles.
No te rindas ante el miedo, combátalo y demostraras que la voluntad es más fuerte que el miedo. Aunque tu voluntad sea fuerte, no es suficiente.

Lo humano del ser no es una debilidad, es nuestra fortaleza.



JoseFercho ZamPer 

Sobre el amor y la pareja.


 

Ahora entiendo que lo que está matando a la gente es la falta de amor.

Los médicos pidieron a la EPS autorización para realizar un mejor tratamiento con carácter urgente, pero esa autorización llegó meses después de que mi esposa falleciera.

Esta es una historia de amor, que, como todas las historias de amor, tienen mucho que decir, pero poco que dar.

A principios de 1984 viajé a Bogotá en busca de oportunidades para un mejor vivir. En ese entonces vivía en un pueblo de Santander, donde realmente no había mucho por hacer, y sin billetes en los bolsillos el amor era muy escaso. En los pueblos, todo mundo se conoce, y por eso ninguna para bolas, a menos que el conquistador tenga “goodwill”, o pedigrí, como lo dicen otros.

Ya en la capital, con algo de trabajo y unos pesos en el bolsillo, uno se puede mover un poco mejor; y como por allí se es un completo desconocido, un don nadie (pero los demás no lo saben, y esa es una ventaja), no me fue tan difícil levantar novia.

Después de un año, ese noviazgo se complicó; se convirtió en matrimonio. Estaba enamorado, y también estaba solo en medio de tantísima gente. Para fortuna de los dos, la cosa fue mejorando cada día; andábamos de la mano paratodos lados; picos por aquí, y picos por allá. A familiares y amigos de ella esto los aburría: en la ciudad como que no era bien visto.

En fin, todo iba tan bien, que al cabo de diez años llegaron tres hijos y una casa; y todo por amor. Pero ya en este punto de la vida, tocaba trabajar duro y cuidar los pelaos de la maldición de la ciudad, “la calle”, donde están todos los males de la ciudad, y después de la calle, “la televisión”.

Todo esto nos complicó la vida y la relación de pareja; comenzamos a ser una pareja “normal” por diez años más. La crianza de los hijos, su adolescencia, el estudio y todos los gastos que esto representa estresan de manera sin igual; tanto, que se acaba el amor de pareja, o al menos se esconde en medio de tanto quehacer diario, y no hay forma de disfrutar de sus mieles.

Ya los hijos crecidos y en la universidad, tratamos de mirarnos un poco más otra vez, pero claro, ya no estamos tan buenos mozos, ni con los mismos alientos; entonces es cuando nos damos cuenta, en verdad, de que si no hay amor estamos jodidos, porque el amor se acaba de no usarlo.

A los treinta años de casados comenzaron a brotar algunos males en mi esposa; su cuerpo estaba cansado de la dura carga y del estrés del trabajar, trabajar y trabajar. Y comenzó a minarse su salud con la “malparida” semilla del cáncer. Y como las EPS son del demonio, lo más que hicieron fue acabar de matarla. Durante año y medio anduvimos para allá y para acá, tras de médicos y consultas, quimioterapias y torturas, hasta que su cuerpo se redujo a su más mínima expresión; solo quedaban los huesos.

En el transcurso de ese tiempo, supe lo que era amar a alguien, sin esperar nada a cambio, aunque deseándolo todo. Ya que ella no tenía nada que ofrecer, los dolores no le dejaban alientos para otras cosas más que sufrir. 

Por su estado, y por el dolor que me producía verla sufrir, pude entender que tratándose de amores todos somos expertos en esta vida, sobre todo en amores pasajeros o de ocasión.

El ser humano tiene miles de amores, que lo invaden todo, como un cáncer, como una enfermedad dañina. Todos sabemos de amores, desde las aldeas más pequeñas hasta las más grandes ciudades en el mundo; no hay rincón alguno del mundo, grande o pequeño, que no sepa de amores: amor por la tierra, por las riquezas, la fama, el trabajo, por el sexo… Amores y más amores. Es una lista gigantesca. Pero, en verdad, “no sabemos amar“.

Más que tener que convivir con la pareja, es enfrentar todo juntos, desde el despertar hasta el anochecer, no solamente desde el acostarse hasta el levantarse de la cama. Todos tenemos derecho a ser amados, pero también tenemos el deber de amar. Por más poemas, canciones o novelas que hayamos escrito o tarareado durante nuestra vida amorosa, lo mejor que hemos podido crear son una cantidad de mitos y leyendas sobre el amor, porque ni los mismos “científicos del amor” han podido obtener, ni entender, en que se basa esa pasión o atracción a la que llamamos amor. La mayoría de nosotros conoce lo que es la pasión o el apasionarnos por alguien o por algo; pero, amar a alguien, eso es otro cuento.

Desde el principio, todo fue creado por amor, que existía antes que todo, y existirá para siempre. Es la motivación más grande, y para hacer algo hermoso, valioso, precioso, único e inigualable, debe haber amor; de lo contrario, ese algo no tendrá valor. La decisión de no vivir solos, de tener una compañía que nos cautive, que nos inspire, una ayuda idónea, un complemento, únicamente se basa en el amor.

Desde los principios del ser humano, lo que nos une y nos mantiene en una relación estrecha con el otro es el amor. El propósito de vivir en pareja es mantener una relación cercana, sana, armoniosa, justa, feliz y abundante, con esa pareja y con los hijos, y con los demás; pero esto solo se alcanza cuando hay amor.

El amor es la fuerza más poderosa existente en el universo entero, en él, y solo en él, podemos encontrar nuestro destino y nuestra libertad. Por más que busquemos en todas las cosas valiosas de este mundo: en el dinero, la fama, el poder, los títulos…, jamás lograremos una satisfacción más grande que la que nos brinda el sentirnos amados.

Los verdaderos héroes de la humanidad son quienes por amor han luchado con todas sus fuerzas, contra todos los obstáculos. Cuántos sueñan con el amor y con lo lindo que sería ser amados, pero no se tiene idea de cómo amar a quien se tiene al lado; así que tantas expectativas sobre el amor son solo cuenticos de princesas, con su príncipe azul, pero en la vida real vivimos decepcionados con la pareja, como si alguien nos hubiese obligado a escogerla.

Sí puede ser el amor un cuento de hadas, pero ese que uno mismo puede ir creando y contando, donde somos los protagonistas, porque solo el amor nos hace sentir, vivos y activos; libres, pero esclavos.

Para muchos en este mundo el amor es la peor pesadilla, pues se sienten presos en los brazos de la pareja, por el machismo, la desigualdad, el deseo y la lujuria, y hasta por el control que ejercen los grandes medios, que se sienten dueños y señores del amor (como si eso fuera posible), pero llegan estos a controlar nuestros cuerpos, nuestro erotismo; a decirnos qué y cómo debemos amar. Y han convertido al amor en un gran negocio, en la idea de que el amor o la felicidad consisten en tener sexo, y que se llega a ser feliz consumiendo todo lo que nos ofrecen para el sexo. Estos comerciantes han convertido el amor en un producto de oferta y demanda, en un producto desechable, como si la pareja perfecta, el complemento ideal se vendiera en frascos y bajo pedido.

Pero lo peor, viejo, lo peor, es que para muchos en este mundo de mentiras y engaños están plenamente convencidos de que el amor y la pareja son asuntos racionales, reacciones animales; solo satisfacciones carnales; o, como muchos dicen, “un mal necesario, con efectos colaterales”. ¡Qué horror, caray!

Puede que el amor en este mundo sea un experimento humano; algo sumamente complejo, que hace casi imposible lograr un buen resultado para todos, pero lo cierto es que el amor jamás ha sido, ni será, una cuestión de fenómenos fisicoquímicos, ni hormonales; mucho menos culturales o sociales. Porque el amor no es cosa de hombres; es algo divino, algo que sobrepasa la naturaleza humana, que viene impreso en el corazón de la raza viviente, tanto racional como irracional.

Cuando al amor se le dan tintes de moral, de normas, de tabúes, de costumbres o creencias, se convierte en algo meramente racional, lo que desdibuja lo divino del amor y lo convierte en una cuestión de hombres, así como sucede con la relación “Dios versus religión”.

Muchos hombres y mujeres se encuentran atados a sus familias por experiencias dolorosas, que suponen una carga abrumadora para la relación de pareja. En ese espacio, el de la pareja, es donde se encuentran experiencias de amor y dolor, dar y recibir, infidelidad y fidelidad.

El amor en la pareja se logra a través del perdón y la comprensión del otro, pues el hombre y la mujer se necesitan mutuamente; solo lo imperfecto podríamos tratar de perfeccionar.

Cada uno toma lo que le hace falta del otro, y, por ende, cada uno da de lo que tiene, y se espera que eso que damos sea lo que el otro necesita. Por lo que es supremamente necesario que cada uno busque mejorar su forma de ser, con la ayuda del otro. Pero definitivamente algo que destruye la pareja es el hecho de que el hombre no tenga el rol de hombre y la mujer, el de mujer; que nunca se cambien los papeles, para que no se destruya la pareja, porque un cuerpo con dos cabezas es un monstruo. Todo esto tiene efectos profundos en el alma, como algo indisoluble.

Si nos fijáramos más en lo de dentro del ser, en el corazón, y menos en la apariencia o en lo externo, lograríamos ver lo maravilloso del otro. No hay que buscar a la persona perfecta, porque no existe; hay que amarlas como son, porque ellas son realmente únicas. Busquemos perfeccionarnos como pareja, por encima de lo material, y hallaremos el verdadero valor de ser pareja, el amor.

Ahora me encuentro solo, en el campo, con las cenizas de mi amada esposa, y sin saber qué hacer con ellas, si abonar un arbolito o tenerlas de compañía.

Durante el tiempo feliz que compartimos supe amar a mi esposa con mis fuerzas y mis deseos; pero fue en medio de las dificultades que aprendí a amar de verdad, no solo a ella, sino a mis hijos y al resto de familia. En esos tiempos es donde en verdad podemos saber quién nos ama.

De cuando en cuando solía regalarme una de esas encantadoras miradas mientras permanecía sentado a su lado, hasta ese día, hace apenas unos meses, cuando me dijo por última vez: “Estoy bien, mi amor; no te preocupes, yo estoy bien”. Y con una leve y bella sonrisa, y con todo el amor que habíamos cultivado y cuidado con tanto esmero durante todos estos años, fue soltando suavemente mi mano, y se despidió para siempre.

Por eso hoy, concluyo que “todos sabemos querer, pero pocos sabemos Amar”.







El Caminante.



Cuando era niño, pasaban por aquí muchos campesinos arriando sus mulas y ganados para ir al mercado del pueblo. Después de convertir los caminos en carreteras, a la gente sólo le gusta andar en carro.

El caminante, es un emprendedor, un incansable soñador, un ecologista por naturaleza, es un buscador de salud, vida. 

El caminante es alguien a quien le agrada el aire fresco, con un espíritu libre y aventurero. Es una persona a la que no le gusta ver a la gente sentada en las bancas del parque, quejándose de sus dolencias y de lo malo del gobierno, pero sin hacer nada al respecto.

Es una persona que se exige algo más, que usa su tiempo libre para hacer actividades más interesantes que el común de las gentes. Es una persona dedicada a buscarle soluciones al problema de la salud, al sedentarismo, y también a la falta de caminos aptos para sus andanzas.
El caminante es una persona que no se cansa de alcanzar imposibles, de escalar montes y riscos tan empinados como sus sueños de ver un país verde y en paz.

El caminante rechaza esa actitud de algunos que se quejan de sus dolores esperando compasión, de aquellos que no se exigen ningún esfuerzo con tal de alcanzar remedio a sus males.

Acabamos nuestros cafés y continuamos la caminata. Cruzamos una cañada y luego nos encontramos con las ruinas de una antigua posada a la orilla del camino en los límites del poblado. La vegetación ya chamuscada por el sol y la lluvia, la habían destruido por dentro y por fuera, era inhabitable.

Es inútil tratar de engañarme – me dije- reconozco que tengo tensión y miedo.

Sentía una extraña sensación al pasar por allí, era como si me estuviesen observando desde dentro de las ruinas aquellas. Perdí la noción del tiempo, por un instante me vi en medio de un paraje desolador y  tenebroso, era como si la misma muerte estuviera rondándome. Alguien dentro de mí me decía –despierta- tal vez era la vozde mi ángel guardián.

Me quedé atónito durante unos instantes interminables. Sentí experimentar la fuerza de lo desconocido atrayéndome hacia las ruinas de esa casa, como si una aspiradora me succionara.

Me aferré violentamente a mi poca y escasa fe, y grité con todas mis fuerzas mentales y espirituales. ¡Miedo, fuera de mí!  Al instante despertó mi ser interior.

En una fracción de segundo, viví varios años de mi pasado, sentí mi corazón como el viejo motor diesel del trapiche de la finca de mi bisabuelo, sentí desmayarme.

Estoy llegando al final de “la mitad de mi vida”, y aun no he hecho lo que en verdad me agrada, pero ya estoy “tan rodeado por la muerte”, que ésta puede poner su mano sobre mí en cualquier momento. Por tal razón, debo ganarle de mano y dar un paso adelante con tal astucia, que no pueda alcanzarme sino hasta el final de mi otra mitad de vida que me resta vivir en este mundo.

No sirve de nada correr, es mejor ir poco a poco para poder llegar con alientos a casa. Lentamente, mi corazón se desaceleraba.

Ya he recargado mi lámpara con suficiente alcohol carburante, como para seguirme alumbrando por muchas noches de desvelos y de grandes sueños.

Creo ya haber pasado la prueba de fuego de mi vida, los dolorosos padecimientos no me han doblegado todavía.  Es más, me he comenzado a sentir  más alegre y optimista  que en toda mi vida pasada.
Es algo absurdo, pero el miedo nos causa mucho más daño que los espantos que se nos atraviesan por el camino. En el caminar de la vida hay muchas cosas que nos suceden y no las podemos entender, por lo que es necesario que el amor nos guie a lugar seguro.

Durante muchos años he llevado una vida errante, yendo del tumbo al tambo, llevándome a una existencia casi vegetativa, con vida y sin ganas, con fuerzas y sin alientos, siendo meramente un casi humano.

Hombre de un romanticismo irracional, quien pensaba en “ser el compañero ideal”, en no decepcionar al otro, ya que esto debe ser algo horrible y terrible.

El caminante es alguien muy humano, aunque en él hay un toque de misterio, su conversar es tan agradable como su compañía.

Su propia sombra dialoga con sus pensamientos durante las largas y solitarias jornadas, dándole así forma a las ideas que le dan vueltas en su cabeza.

Es un contrasentido de la cultura y de la vida en este país, las personas no tienen tiempo para hacer ejercicio, para caminar, ni para cuidarse en salud; se come de la peor manera posible, viven estresados todo el tiempo, le roban tiempo a su tiempo, y aun así, no hay tiempo ni para alimentarles bien, mucho menos para ser felices. En realidad se le concede poco valor a la vida, y se expone al peligro a causa de la ambición.

Por consiguiente, para que la vida no pierda su valor, hay necesidad de cambiar muchas de nuestras viejas maniobras y establecer un comportamiento más humano y leal consigo mismo.
¡Hombre! ¿Para qué te sirve tanta vanidad si vas a terminar humillado por tus propios males?
Por falta de tiempo para sí mismos, vamos perdiendo la capacidad de dominio propio, y termina siendo un peligro para nuestra salud, y nos vamos perdiendo a sí mismos.

Hay que procurar el no vivir enfermos, esto es nocivo para tu salud y para los tuyos.
Yo deseaba que todos hablaran bien de mí. Poco a poco vi que mis esfuerzos por ser mejor cada día, eran grandes, y sin embargo a nadie le importaba. Pensé que quizás no comprendía de lo que se trataba.
La rutina de la vida, y los compromisos con el mundo, no nos dejan sentirnos libres, si  buscamos la libertad, y la paz interior.

Por eso comenzamos cada mañana una peregrinación hacia la libertad. Nos colgamos el morral, la cantimplora, algunos artículos personales, la navaja multiusos, y algo de comida para el hambre del camino, y mucha agua.
 Muchas veces llegamos al punto en que no podemos continuar viviendo como vivimos, tal estilo de vida ya no nos satisface. Todo eso es poca cosa, anhelamos algo más grande y sublime. Nos sentimos llamados a un destino superior,  ahí es cuando tenemos que salir a buscarlo, aunque esto nos haga llorar.

¡Oh, Señor, Tú puedes utilizarnos en esta vida! ¡si nos dignamos dejarnos usar!; ¡pero cuánto dolor nos causa esto¡
A veces nos damos cuenta de cuanto nos aman, pero no lo alcanzamos a valorar, quizás nos sentimos culpables de algo, aunque no la tengamos.
Hoy he visto y sentido dentro de mí, la tristeza y la desolación de la soledad, no me imaginaba tener tal dolor y desamparo dentro de mí.

¿Hacia dónde vamos hoy, a qué dirección? hacia ningún lado señor, respondí. Hoy siento que no hay nadie esperándome en ningún lado.
He iniciado un camino sin meta, no tengo qué me una a alguien en particular, por eso necesito reflexionar sobre mi vida, sobre mis experiencias antiguas, “yo creía conocer a Dios, pero ahora, me siento atrapado bajo una telaraña de demonios”.

Necesito recostarme sobre la hierba para mirar al cielo y respirar el aire puro de la libertad.
En la ciudad, nos sentimos ahogados y esclavos del absurdo bullicio y afán, y nos apuramos por sentirnos libres, pero, ¿cómo escapar de la estructura en la que estamos viviendo?
Mientras más nos esforzamos por ser libres, más nos hacemos esclavos de nuestra propia y solitaria auto esclavitud, la del egoísmo.

¿No es la libertad más bien un don de Dios?
Una mano libre es cada vez más fuerte. En el camino de la existencia siempre encontramos problemas difíciles de resolver. Debemos tomar siempre la decisión correcta, que es el bien, la verdad, la vida.

El sol se escondió detrás de la montaña, pero aún quedaba mucha luz antes de que terminara el día. Sólo faltaba un esfuerzo final. Hasta mis propias palabras sonaban carentes de sentido.  

Debemos aprender al enseñar, al asumir el papel de guía, podremos hallar el camino.
Debemos hacer las cosas no porque así lo manda la Ley, sino por amor.

Nuestra honestidad debe ser tan grande que reyes y nobles confíen sus tesoros en nuestras manos y se sientan seguros de sus bienes.

Cada día encontraremos un lugar tranquilo donde poder descansar del viaje.




JoseFercho ZamPer 

La Pareja Perfecta.


Sentados sobre una piedra, debajo de un árbol, platicaba con mi esposa sobre nuestra relación.
Ya habían pasado  muchos años, desde aquel momento cuando por primera vez, nos miramos y sentimos algo especial en nuestro ser.  Fue algo así como cuando uno encuentra aquello que buscaba por doquier sin saber, ni lo que era, ni donde estaba, pero en ese preciso instante supo que eso era, lo que buscaba. 

Así fue nuestro encuentro, yo venía de muy lejos, de la provincia, donde todos nos conocemos y somos  amigos pero nada más, es por eso que allí no había hallado, lo que no se me había perdido. Pero en la ciudad lo encontré, y eso era nada más y nada menos que, el amor.

Oh, el amor, el amor. Fue como dicen en los cuentos de hadas, nos miramos y quedamos flechados. De inmediato supe que esa era la horma de mi zapato. Fue amor a primera vista. Cupido nos flechó y nos unió en poco tiempo.

Muchos creemos que esto es un cuento chino, o algo así,  lo del amor a primera vista, pero en mi caso fue real, tan cierto como que aun después de treinta años sigo enamorado como aquel día,  y creo que más que antes, pues ahora soy consciente de nuestro amor.

¿En verdad existe la pareja perfecta?
Dicen que el amor aparece de repente, que surge en un instante, yo creo que así es.

Eso de la química en el amor, me suena como a experimentos de colegio, en los jóvenes de hoy. Inmediatamente después de que se conocen dos personas, el mero hecho de que se atraigan, no es amor, eso me suena más a sexo; porque para formar una pareja estable se necesita más que esa atracción inicial.

Para desarrollar una relación amorosa, se necesita suficiente paciencia, perseverancia y madurez. No es solo una decisión, no te hagas ilusiones, se necesita construir una relación verdadera con la otra persona, como para conocerla bien y así llegar a amarla.
Realmente es muy fácil no entendernos a nosotros mismos, mucho menos entender al otro, pero los seres humanos necesitamos ser felices; y esta solo llega en la medida que nos sentimos amados.

Con seguridad que la pareja perfecta no existe en ningún lado, tenemos que tomarnos el tiempo y el trabajo de construirla, el asunto es que si nos comportamos de forma distinta de cómo somos, cada que conocemos a una persona, nunca llegaremos a formar nada serio con nadie.

Hay una emergencia en la conciencia humana, todavía no sabemos ¿Cuándo empezaron los simios a fusionar sus cerebros para crear el lenguaje, la religión o la ciencia? Mucho menos; saber o  conocer, sobre el verdadero amor.

Por abrumadora que parezca la conquista de la pareja perfecta, “pues es algo inexpugnable para el intelecto humano”, ya que el verdadero amor es un gran enigma para los mortales, y solo Dios lo puede revelar.

Lo que puedo decir acerca del amor, y la pareja perfecta; es que como la teoría de la  formación del mundo, todo se origina de algo infinitamente pequeño, luego va creciendo, hasta generar vida.

No debemos tenerle miedo al amor verdadero, aunque este nos desequilibre, siempre nos llevará a una situación muy conveniente para nosotros.

Después de 31 años de vida matrimonial, y de varias reacciones nucleares, estamos detectando por primera vez el verdadero amor.

Por abrumadora que parezca la conquista de esas fortalezas inexpugnables para el intelecto, los hombres siguen tratando de comunicarse y buscando formas de acercarse a la pareja perfecta.

No existen, ni la persona ni la pareja perfecta, hay que aceptar nuestra naturaleza imperfecta, pero siempre podremos mejorar y superar las barreras u obstáculos que  nos separan de quienes nos rodean, hasta unir por medio del amor, todo aquello que nos separa de la felicidad, que es el Verdadero amor.

Jesucristo te ama y e bendice.


JoseFercho ZamPer

Caminata Berlin - Cabrera - Barichara

Caminata Berlin-Cabrera-Barichara

Categoría: Alta alta.
Distancia: 22 Km.
Duración: Entre 6 y 7 horas, entrando a Cabrera.
Clima: Caliente, soleada.
Hora de salida: 6 a.m.

Llevar suficiente bebida para hidratarse, aproximadamente 3 litros hasta Cabrera..

Se arranca desde la cárcel de Berlín, a poco menos de un Kilómetro desviamos a la derecha por carretera destapada, rumbo a puente sardinas, este es un puente colgante de más de cien años de construido sobre el rio Fonce, con capacidad media, y paso restringido de  unas 7 personas a la vez; aquí esperamos al grupo y tomamos . Hermosos paisajes de montaña, tanto bajando como subiendo, hasta aquí son aproximadamente una hora de recorrido.
Foto.    

Después del puente continuamos la travesía pendiente arriba, por un camino de herradura y otra hora cuesta arriba, hasta llegar a una carretera veredal vía a Cabrera, aquí hacemos otra parada técnica para esperar y reagruparnos, hidratarnos y comer algo.
Foto.   

Desde este punto continuamos hasta Cabrera, aproximadamente dos horas por vías carreteables, de buen acceso y buena sombra, con unos  7 Km de pavimentada.
Foto.   

Ya en Cabrera, nos hidratamos, alimentamos y descansamos; ya reagrupados, salimos hasta Barichara, cuesta arriba por un camino empedrado, de los caminos de Lengerke. 


En promedio una hora subiendo, luego llegamos a otra carretera veredal, la cual nos lleva hasta el pueblo, en otra hora más o menos.


Homenaje a los 8 años de caminata del grupo “Caminos y Montañas” de Bucaramanga.


Grupo Aso Caminemos, Socorro.

                                                                                         JoseFercho ZamPer