Sobre la autoestima.

La autoestima es la parte de la persona que pone en peligro las posibilidades de ser o no ser. Y está formado por una estructura emocional, mental y espiritual que crean en si una fina capa que nos desconecta de la vida real; de tu SER.

La autoestima es una elaboración mental, que nace en el hogar, conforme al trato con las demás personas, y a las oportunidades que hayamos tenido de ser alguien, de ser autónomos, de tener un pensamiento propio, y de ser tenidos en cuenta; y del grado de satisfacción con nosotros mismos.

Por tal razón quienes han sido abandonados desde niños, cuando el padre o la madre han abandona el hogar, o se divorcian, o aquellos padres que no tienen tiempo para sus hijos por una u otra razón. 

Cuando Ser, significa tener. Cuando la educación religiosa solo busca obediencia y sumisión, o aceptación solo a sus líderes mundanos.  Es allí, donde nace y se reproduce la poca valoración del ser humano. Esta es la gran tragedia que sufre la sociedad actual.

La autoestima es la oscuridad más densa, y el miedo es el pegante más poderoso  que mantiene unida dicha oscuridad a tu ser, quien boicotea tu potencial y tus sueños. Ella es la  sumatoria de multitudes aisladas.

Cuando vemos a alguien construyendo calles, autopistas, casas, autos, o arando el campo; nos vemos como seres anónimos llamados obreros o empleados, también, ingenieros, arquitectos, técnicos, etc.  Mas sin embargo, lo que realmente hay allí, son seres humanos llenos de necesidades, ambiciones, deseos, anhelos y todo aquello que se ha aprendido a desear en la vida, desde la niñez hasta la juventud; todo eso con algún propósito.

Lamentablemente, en la mente de muchos de nosotros existe la idea de que algunos sí somos gente y otros no, que unos si cuentan y que otros no cuentan.

Pero esto es un cuento viejo, a los indios, a los negros africanos; los españoles, los ingleses y muchos otros, los trataron como a bestias de carga, con el fin de usufructuar el producto de su trabajo. Esto ha contribuido a que muchos aun es este siglo, creamos que el valor que poseemos depende únicamente de la labor que realicemos, por los estudios que tengamos; no por el hecho de ser personas.

Con toda esta carga histórica, el ser humano lo más que siente por sí mismo y por los demás, es desprecio, desvalorización, porque así se ha institucionalizado a través de la historia, por todo el maltrato recibido de sus propios congéneres, por su manera de pensar y de ser con los demás.

Conoce tu lado oscuro.
Si tú solo crees en lo material, estas en la oscuridad.
Es necesario mirarnos más a fondo, para saber con quién  nos enfrentamos. En nuestro corazón es donde habitan estos demonios.

Si estás cansado de intentar vivir tus sueños, de buscar cambios en tu vida, solo buscando la manera, la forma, y así, todo el tiempo buscando; es hora de hacer algo.
Reconocer nuestros errores, nuestras debilidades, es algo muy importante para hallar la solución. Tu verdadera oscuridad es el saboteador interno, tu EGO. Esa parte de ti que no quieres cambiar, que no quieres entregar, que no desea salir a la luz, ese es tu ego, tu personalidad, tu control.
Es realmente necesario conocer cómo es, y tener valentía para enfrentarlo, el miedo nos dirá que ni siquiera lo intentes, que no avances por el camino, que pierdes el tiempo, que no llegaras a ninguna parte.

La rutina y los hábitos en lo cotidiano, son parte de esa oscuridad que nos mantiene atados, que nos  impide tomar consciencia de quienes somos en realidad, de ese niño interior que desea soñar, la consciencia, el origen de sus sueños, de sus objetivos; su verdadera esencia.
También es necesario reconocer, cómo estamos creando nuestra realidad hoy. Los pensamientos, sentimientos y percepciones, no son la verdad, solo son pate del personaje que hemos creado de nosotros mismos, para poder entender y sobrevivir en nuestro entorno, dadas las circunstancias que nos rodeaban.

Por ejemplo; si estoy desempleado, me echaron del trabajo, esto nos puede generar un resentimiento en contra de los jefes, de los empleadores, o de nosotros mismos por no haber hecho lo necesario para mantenerse en el puesto. O también me puede llevar a la única oportunidad de darle la vuelta a la situación y encontrar mi poder hacer algo personal, de realizar mi propio proyecto, ese que tenía escondido para aquel día cuando tuviera tiempo. Solo es cuestión de decidir qué hacer con mis sueños, con mi vida.

No es bueno desconocer nuestro yo interior, es la raíz del conflicto a solucionar, es el origen de nuestras creencias. Cambiar esa vieja manera de pensar, nos proporciona mayor bienestar.
Creer en cualquier limitación no es bueno, el ego nos impide tomar posesión de nuestra verdadera vida, nos impide entrar en el reino de los cielos, este hay que dejarlo detrás.

Todo lo que sembramos alguna día  lo recogemos, y esa cháchara mental, el blablablá que fluye por tu cabeza todo el día, positivo o no,  dará un fruto más tarde. Por eso es muy importante pensar en lo que es bueno, agradable y perfecto. Y solo Dios es así.

Lo que asumimos como verdad, el por qué hago lo que hago, eso es lo que nos lleva a actuar, lo que alcanzaremos en el futuro.

Pretender mantener un estricto control de todo lo que hacemos, pensamos o sentimos, es algo imposible de realizar, siempre hay distintas formas de ver la vida, pero podemos elegir la opción que más nos favorezca para el buen desarrollo de nuestro ser.

Para ser sinceros, siempre tendremos la opción de ver las cosas por el lado bueno o por el malo, todo depende de cómo veamos el mundo desde dentro de nosotros.
Si la situación es negativa a nuestro parecer, tenemos la oportunidad de darle la vuelta y buscar el bien que ésta encierra. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío.

En ti está la vida o la muerte.

La vida está en tu forma de pensar, de hablar, o de hacer; pero la muerte también. La una te levanta, la otra te destruye. Ahora tienes la opción de decidir qué hacer, generar vida o generar muerte, porque lo que piensas es lo que vas a hacer, si piensas bien, harás el bien, pero de lo contrario, harás el mal.
Con solo pensar no alcanzaremos hacer suficiente, necesitamos pasar del dicho al hecho. Para crear necesitamos hacer, generar los cambios que deseamos ver, lo que tú decidas creer, te llevará a avanzar o a retroceder, a crear o a destruir. Donde pongas el ojo, pondrás la bala. Según sea su enfoque podrás ver o no ver las oportunidades.

Es fundamental saber hacia dónde vamos, y que es lo que queremos, conocerse a sí mismo para saber a quién te enfrentas, entender lo que pasa con los personajes internos en tu mente. Reconoce e identifica bien esa parte de ti que te dice que nada va a funcionar, que dejes de luchar, de buscar, ese es tu verdadera oscuridad, tu saboteador interno, tu yo oscuro. Hace falta valentía para enfrentar esa parte oscura en ti.

Durante los primeros 25 años de mi vida laboral, aprendí y usé muchos métodos para encontrar nuevas y mejores capacidades para hacer frente a los problemas. Me di cuenta de que para poder salir avante, era necesario eliminar los esquemas de pensamiento que creaban sufrimiento, que debería ir más allá de los límites impuestos por la sociedad y la misma ciencia. Busqué técnicas efectivas que pudiera usar por mí mismo y que me permitiera ser libre de cualquier dependencia respecto a un consejero/terapeuta para poder funcionar bien.

Es realmente posible resolver tus angustias internas, tus conflictos y limitaciones. Cuando te des cuenta de tu diálogo interno, escribe lo que estás escuchando.  
El amor incondicional acepta “lo que es” y honra su libre albedrío para cambiar el curso de su propia vida. El amor incondicional le permite que deje libres a las personas con las que se encuentra más vinculado para que ellas conduzcan sus propias vidas.

Significa decir tanto “sí” como “no” en las relaciones con los demás. Quiere decir amarse a sí mismo y a las otras personas. No significa de ningún modo admitir comportamientos inaceptables de los demás en detrimento de la propia persona.

El Saboteador interno.
En cuanto las personas empiezan a dar pasos para cambiar sus vidas salta una alarma interior,  es una fuerza potente y universal; seguramente los planes de hacer cambios en sus vidas vienen a sacudir esa maquinaria bien engrasada. Todos tenemos una –o más de una– voz interior de auto-sabotaje que nos retiene.

Mientras más grande sea el sueño, más fornido será el Saboteador al que tendrás que enfrentar.
El Saboteador interno es la misma “autocritica negativa” es una de las formas estúpidas de proceder para poner en riesgo el cambio que necesitamos. Es aquel que nos dice “deje así”, y se manifiesta a través de la sensación de estar dando vueltas alrededor del problema. Nos justificamos o defendemos el problema.

 El miedo es el deleite del saboteador.
 El miedo es el lado oscuro de la vida. Sirve de alerta cuando se encuentra usted frente a un peligro real y necesita realizar alguna acción para protegerse. Sin embargo, también se apodera de su mente cuando no existe ningún riesgo real y lo anima a crearse problemas generando pensamientos que producen temor.

El miedo le enseña a esperar el peor resultado posible en cualquier circunstancia, a dudar de los demás y a dudar de sí mismo. Lo paraliza y lo mantiene bloqueado en situaciones dolorosas de las que usted necesita liberarse.

El miedo lo obliga a no reconocer ni respetar los límites, también le impide establecerlos. Lo sabotea convenciéndolo de que si usted no se muestra indulgente con lo que los demás desean, ellos pueden rechazarlo, abandonarlo o de alguna manera hacerle daño.

El miedo lo conduce a abusar de usted mismo. Lo arrastra más allá de los límites de su resistencia física y emocional porque usted se dice que no podrá lograr el éxito sin sufrir ni trabajar en exceso.
El miedo también lo saca del presente para llevarlo al pasado con el fin de que recuerde antiguos sufrimientos y decepciones y que alimente la idea de que se repetirán en el futuro. Es preciso respetar los límites que nos definen como seres humanos. Cuando los padres se rinden ante los caprichos de sus hijos, lo hacen por el temor de disgustarlos. Estos padres no se sienten cómodos frente a la ira y el resentimiento. La capacidad de establecer unos límites sanos se desarrolla en un contexto de amor y no de miedo.

Cuando usted es capaz de ver con toda claridad a su Saboteador y reconocer los esfuerzos que realiza por perjudicarlo por medio de pensamientos temerosos o negativos, usted tiene la posibilidad de oponerse a él, rechazar sus sugerencias destinadas a debilitarlo y transformar dichos pensamientos en una fuerza poderosa y positiva para su vida.

Las personas que cosechan éxitos piensan de una forma positiva, aceptan los límites y practican una sana autodisciplina, así como también la disciplina de respetar los límites que existen entre las personas. No abusan de sus relaciones con los demás. Establecen tratos con las otras personas y cumplen con su parte del convenio.

Debido a su respeto por los límites, son capaces de conseguir un éxito ilimitado. Saben muy bien que todo el mundo cuenta y es importante en cualquier sistema, ya sea una familia, un negocio, un gobierno o un sistema religioso. Los que se ignoran a sí mismos, a los otros e incluso al contexto dentro del cual funcionan, sabotean su éxito y confirman su posición de perdedores.

La actitud mental y la zona de confort
Vivir en un estado de confort es algo por el que todos pasamos ya sea a nivel personal, familiar, social, sentimental o laboral Identificar cuando ese estado literalmente se está comiendo nuestra vida es difícil.
Entrar en estado de confort puede llegar a ser muy similar a una adicción por lo tanto aceptar que se vive en un estado de confort no es fácil, lo que nos hace caer en la negación de dicho estado.
El estado de confort nos ata, nos limita, nos condiciona, nos duerme. Hoy me pregunto, ¿Qué hubiese pasado si en mi vida hubiese aprovechado todas las oportunidades que estaban a mi alrededor?, pero que gracias a la zona de confort no supe aprovecharlas. El miedo a fallar es uno de los mejores amigos de la zona de confort.

¿Te sientes atrapada en una rutina sin sentido? ¿Sientes que no logras tomar las riendas hacia una vida mejor?
¿Alguna vez has experimentado la sensación de que si bien lo tienes "todo", es decir, un trabajo, un hogar, salud, familia, también sientes como que algo falta y no sabes exactamente qué es ni entiendes por qué te sientes así?

¿Has sentido como que no tienes el derecho de estar insatisfecho, pues sabes que hay personas que tienen necesidades o carencias mucho más grandes que las tuyas, pero la verdad, es que en el fondo no te sientes tan pleno como te gustaría sentirte?
¿A pesar de que te esfuerzas demasiado, de alguna manera no te encuentras del todo satisfecho con tus resultados?

¿Piensas que la vida ha sido injusta contigo por no pagarte conforme a tu esfuerzo?
¿Consideras qué has seguido el camino que la sociedad te ha "enseñado", pero aun así no logras ser completamente feliz ni aceptas la posibilidad de seguir otro camino?
¿Te has resignado a "seguir el plan" que te han marcado y aceptar lo que tienes a pesar de no sentirte tan exitoso como quisieras?

Ante un entorno difícil, altamente competitivo y con pocas oportunidades de mejorar en el ambiente social y en cualquier forma en que uno invierta su tiempo, se vuelve un imperativo explorar nuevas ideas que nos guíen en la vía de desarrollo de estas ideas para encarrilarnos en la mejora de nuestra calidad de vida ya sea en la familia, escuela, sociedad o en un trabajo.

Los seres humanos nos encontramos en búsqueda del éxito, la felicidad y la libertad, y el camino que hemos aprendido para alcanzarlas está basado en el ESFUERZO, el tiempo y la SUERTE.
Si la mayoría de las personas aseguran que a pesar de que se esfuerzan no han alcanzado sus metas y sueños, probablemente esta no es la mejor manera para lograrlo.

1) Primero que nada, debes aceptar que estás en la zona de confort. Es decir, debes reconocer que estás haciendo la misma cosa que has estado haciendo por mucho tiempo, y no has hecho nada, para cambiar tu situación. Si estás en un trabajo que no te gusta, tienes un mal hábito que te acompaña desde hace mucho tiempo, estás en un bache económico, etc, tienes que reconocer que debes tomar medidas para cambiar esa realidad que no deseas en tu vida.

2) Conoce tus miedos. A ves los miedos nos permiten sopesar nuestras opciones. Sin embargo, dejarnos llevar por nuestros temores puede acostumbrarnos a ser demasiado negativos: “no serviré para ese trabajo”,  “no soy lo suficiente bueno para lograr mis sueños” etc. Enfrenta tus miedos y no permitas que esa voz negativa te paralice. Claro que puedes y claro que eres capaz. Así que ¡Cuidado con ese saboteador interno!

3) Piensa en lo que realmente deseas hacer. Visualiza en tu mente lo resultados y cuáles serán los sentimientos que experimentarás una vez que se hagan realidad esos resultados.
Tanto nuestra imaginación como nuestros pensamientos son unos perfectos aliados para producir verdaderos cambios en nuestras vidas.

4) Es momento para la acción. Como dijo Albert Einstein: “si quieres resultados diferentes, debes hacer cosas diferentes”.

Sal de tu zona de confort y abre tus horizontes.
Si te quedas toda la vida estacionada en lugares que conoces, puede que el día que te topes con lo desconocido, no sepas qué hacer. Y de todos modos tu misma vida se encargará de llevarte a lugares donde te sientes incómoda, insegura, fuera de control. Cuando voluntariamente abres tus horizontes a conocer lugares, situaciones y personas que no te son familiares, irás descubriendo una dimensión tuya y del universo que no sabías existía y podrás comprender que el Mundo es un vasto jardín de sorpresas.

La mayor parte de la gente vive en automático. Esto comienza al nacer, cuando el “sistema” – la familia, la escuela, el estado, la iglesia, y el mundo corporativo promueven la dualidad y se construye con pensamientos y acciones que son premiadas o castigadas. Genera seres que viven sin reflexión. Hay un tiempo de diferencia entre el pensamiento y la acción, y ese, es el que hace la diferencia entre vivir en automático y vivir con conciencia.

La belleza reside en el equilibrio. Si no te das tiempo para hacer cosas que te gusten, si dedicas demasiado tiempo a los demás, si das para que te den o para que te quieran, si tu vida depende de la aprobación de los demás, si exiges aprobar la vida de los otros, si trabajas de más para no tener que cuestionar tus vacíos en otros lados, tampoco vives en equilibrio. Si hay una parte que no está funcionando bien, todas las demás funcionan en compensación.

No hay nada más atractivo que una persona que se expresa en su totalidad, eso no significa que exageres para llamar la atención, sino alguien que siente la libertad de ser quien es, decir lo que siente, hacer lo que le nace, amar a quien quiere. “Ama y haz lo que quieras,” decía San Agustín, y aplicar la regla de oro: respetar a los demás si quieres que te respeten.

Si estás dedicándote a algo que no te gusta, empieza a tomar medidas para cambiar de actividades: ya sea por medio de cursos, talleres, escoger otra carrera, otro tipo de trabajo, montar un negocio propio, etc.
Si es un hábito que te molesta, consulta con un profesional, según sea aquello que te afecte. De manera que pueda ayudarte a eliminar ese mal hábito. O bien, esfuérzate en dar los pasos certeros para ir eliminándolo poco a poco. Ejemplo: si deseas eliminar el hábito del cigarrillo, en vez de fumar 10 cigarros diarios, ponte una meta de ir reduciendo el consumo de un cigarrillo diario cada semana.
Si por ejemplo se trata de un problema de confianza en ti mismo, empieza por amarte más.

Eres una persona maravillosa. Elimina esas creencias limitantes que minan tu autoestima y no te hacen creer en ti. Lee libros y blogs sobre desarrollo personal que eleven tu autoestima.

Esto es un proceso que lleva paciencia y perseverancia. Pero créeme que vale la pena.
Lo importante de todo esto, es que tomes pequeños pasos hasta que puedas salir de tu zona de confort y poner todo tu potencial, la debida confianza en ti mismo y tu creatividad, en lograr lo que realmente deseas ser y tener. Depende de ti.

Los resultados están en tus manos y dependen de que cambies tu actitud mental y la forma que te enfrentes a las circunstancias para salir de la Zona de Confort, siguiendo el método propuesto.
Salga de su zona de confort, sólo se puede crecer si usted está dispuesto a sentirse incómodo y molesto al intentar algo nuevo. No tendremos mejores condiciones en el futuro si se está satisfecho con todo aquello  que tenemos en la actualidad.

Si usted se pone en una posición en la que tienes que salir fuera de su zona de confort, entonces usted está obligado a expandir su conciencia.
No tengas miedo de salir de su zona de confort, pues ella tiene más control de nosotros, que nosotros mismos, y tus sueños no se realizarán dentro de ella. Si usted insiste en permanecer en su zona de confort, no irá muy lejos.

La vida es la oportunidad que Dios te da para realizar tus sueños, aprovéchala.

Ahora sabemos que todo lo "que nos pasa", lo genera uno mismo.
La Zona de Control es la zona en la que nos encontramos seguros, en la que controlamos, nada se nos escapa y que conocemos de principio a fin. Es una zona que hemos ido conquistando, donde lo tenemos todo aprendido y que también nos ha conquistado a nosotros.

JoseFercho ZamPer