Caminando Juntos

Tomados de la mano

Caminando con mi amada

Sin temores ni angustias

Porque andamos siempre juntos.


Después de una larga jornada

Levantando a nuestros hijos

tarea difícil y sacrificada

somos mas que dos amigos


Con mis manos y tus manos

Caminando por la misma senda

Podremos lograrlo juntos

Si vivimos por amor 

E inspiración poética.


JoseFercho ZamPer


La gratitud.

El poder de la gratitud. 

Tan solo nos tenemos los unos a los otros.

Un padre de familia le cuenta a su mejor amigo sobre el comportamiento de sus hijos en casa. 

En verdad no sé qué les pasa, ellos ahora solo quieren pedir y pedir, pero casi nunca agradecen todo lo que hacemos por ellos.

El amigo le dice: no te preocupes, todos pasan por esa situación, es normal.

El hombre no muy convencido respondió: nunca había notado ese comportamiento, eran muy compasivos y tiernos. 

El amigo le anima a que hable con ellos en busca de alguna explicación.  

Dicho padre le cuenta a su amigo la siguiente historia. 

En la finca tengo tres perros, dos de ellos son adoptados desde recién nacidos, el tercero se fue integrando de a pocos; la madre de éste dio cría en un potrero vecino, en la medida que fueron creciendo comenzaron a buscar comida por los alrededores. Como la casa mas cerca a ellos era la mía, fueron llegando a hurtadillas en busca de los abrojos que los perros de casa dejaban en sus platos. Así se fueron dando a conocer de mis perros, hasta ser un tanto aceptados. 

La gente que pasaba por la carretera, en ocasiones los veían y cuando llevaban algún niño pequeño, ellos se enamoraban de los cachorros y los fueron pidiendo, así fui dándolos en adopción. Al final quedó uno, el cual era más escurridizo que los otros.  Este último, iba y venía, sobre todo a la hora de la comida; y a escondidas se comía lo que encontraba en los alrededores de la casa. 

El asunto fue que, dicho cachorro, ahora está mucho mas integrado a casa, y cuando les sirvo la comida a los otros dos, casi que me regañan por la comida que les doy, hacen mala cara y no pasan a comer. Pero cuando me ven comiendo, por poco y me quitan mi plato, sobre todo cuando hay carne en el. En cambio, el otro perro, al mismo instante que ve que le llevo comida a él, salta, baila, mueve la cola, todo feliz y agradecido por lo que le doy, siendo las mismas pepas que les sirvo a los otros dos; y vale la aclaración, siempre les compro el mejor alimento que recomiendan para ellos, aun así, se hacen los rogados para comer, mientras el otro, come como si fuera su última comida en casa.

El padre, casi llorando le pide consejo a su amigo para saber cómo actuar con sus hijos. 

La gratitud es reconocer el favor o beneficio que se nos ha dado, es una actitud de alabanza a Dios; es un estilo de vida del corazón. 

Nunca será tarde para amar, siempre es tiempo de demostrarle a los demás lo importantes que son para nosotros, y eventualmente quien esté dispuesto a compartir ese amor, se nos unirá para siempre.

Muchos han perdido su vida por salvar a otros, no es broma, por ingratitud nos estamos muriendo. El ingrato nunca da gracias en momentos difíciles, solo cuando todo está bien y eso a regañadientes.

Muchos no han comprendido el poder de la gratitud, por eso pasan su vida quejándose y echándole la culpa a los demas por todo lo desagradable en sus vidas, sabiendo que es a causa de su mal comportamiento. 

La murmuración, las quejas constantes, la falta de servicio hacen que tratemos al otro como la peor persona del mundo, que digamos que todo lo logrado en la vida es por nuestro propio esfuerzo, sin llegar a reconocer que, siempre hay alguien que nos ha dado la mano.

La mayoría de las veces no damos gracias por lo que recibimos de nuestros padres, hermanos, familiares o amigos, sin saber que por ahí empieza la gratitud.

El orgullo destruye la gratitud.

Hagas lo que hagas, ya sea que comas o bebas, que trabajes o descanses, hazlo de tal manera que agrades siempre a tu prójimo a quien en verdad debemos servir, así, agradarás a Dios, quien ve todo lo que hacemos.

Procuremos agradar a todos en todo, no buscando solo nuestros propios intereses, sino el de todos, esto es lo más conveniente. 

En pocas palabras no merecemos la salvación, si no es por la gracia de Cristo.

Lo que sé, es que no sé mucho, lo poco que aprendí, lo debo al vivir junto a ti.

Señor ayúdame a ser agradecido contigo y con mis semejantes, no permitas que la ingratitud me aparte de las personas que me aman, mucho menos de ti.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer