A José A. Morales


José A. cumple cien años
Hoy estamos orgullosos
Del socorro para el mundo
Un saludo cariñoso.

Sus deseos siempre fueron
La justicia y el amor
En su canto lo expresaba
Con nostalgia y con fervor

Hoy recuerdo que lo vi
Cuando el pueblo le expresó
El afecto que tenían
Por su música y pasión
Pero andaba ya enfermo
Y muy pronto falleció.

Muchas gracias amigo mío
Por enseñarme a hablar
Sus palabras, hoy muy recias
Para poderlas expresar.

joseferchozamper

MIS ABUELOS



Mis abuelos eran tiernos
Nos trataban con cariño
En sus hombros nos cargaban
Cuando aún éramos niños.

Mas mi padre a mí, me cuenta
Que con ellos eran distintos
Les exigían que cumplieran
sus estudios y oficios
Y en esto eran estrictos.

Pero ahora que soy padre
Yo a ambos los entiendo
 uno se mata trabajando
para traer los alimentos
y que no les falte nada
ni en la casa ni el colegio.

Cada día es más difícil
Para uno como padre
Dedicar tiempo a los hijos
Al trabajo y a los viejos

Es por eso que los abuelos
Tienen tiempo pa’ los nietos
Ya no tienen a sus hijos
Y el tiempo se hace eterno

Los nietos resultan ser
Motivación a los abuelos
Y pasar así los días
Sin sentirse aun más viejos
Sé que pronto tendré nietos
Muchas veces me asusto
Pues el tiempo va pasando
Y la vida no disfruto

Mi nieto me preguntaba
Mi mami porque me grita?
Es porque está cansada
Y muy ocupadita

Pero tu si me consientes
Y  seguido me acaricias
Será que ella no me quiere
O que tu  también la gritas

Quienes son los abuelos
Quisiera yo saberlo
Son los padres que no tengo
O los amigos que prefiero

Sus cuidados son un bálsamo
En mis caídas y desconsuelos
Jugar con ellos yo quiero
Sus comidas y concejos

Mi abuelo a mi me cuenta
De los planes que tenía
Ser un gran profesional
Y lo que con ello lograría
El matrimonio y los hijos
Mucho de eso impediría

Por razones como estas
el abuelo hoy me aconseja
lo primero es el estudio
y alcanzar así sus metas
las mujeres y el matrimonio
a la par con estas llegan.

Parece que él quisiera
En mí verse reflejado
Pues sus planes no alcanzó
En su tiempo  ya pasado

                              

joseferchozamper


Pero cree que en el futuro
El pudiera ser saciado
Con mis logros y mis metas
 así sentirse realizado

A los padres hoy les pido
Con sus hijos, mucho cuidado
Pues el mal hoy los acecha
Y de ellos hacen bocado
Y dejarnos en la calle
Arruinados y frustrados.

Muchas son las esperanzas
Que en los hijos colocamos
No olvidemos que son personas
Y por el mundo transitamos
Y  sus  sueños y deseos
 Quisieran ver realizados.

Los abuelos y los nietos
Muy buena pareja hacen
Ambos pueden ser felices
Compartiendo así sus ratos

Sin compromisos ni obligaciones
que en sus vidas los amarren
a ilusiones ni deseos
de un pasado atormentado

deseamos un mejor futuro
a las nuevas generaciones
que aprendan de la vida
la cual da muchas lecciones

que  nosotros los abuelos
conocemos por montones
y podremos ayudarles
a obtener  buenas calificaciones.

Para eso la experiencia
A nosotros nos ha enseñado
que el amor solo se aprende
cuando amamos y nos damos
sin esperar nada a cambio
ni hacernos ilusiones.

No seremos los mejores
Ni tampoco los peores
Pero algo si muy cierto
Es que somos  ya mayores

Y el mundo continua
pues el tiempo no termina
de gran ayuda sería
a la humanidad entera
que abuelos y nietos juntos
se comprometan con la vida
a enseñar y aprender
y el futuro cambiaría

la experiencia  de los años
muchos errores evitaría
mejorar la convivencia
donde todos ganarían
la paz y la armonía
a los hombres volvería

Todas estas reflexiones
que hoy pasan por mi mente
pueden ser solo palabras
si no las vivo con la gente

con las cuales hoy convivo
y que a mí me  interesan
demostrándoles mi cariño
y el amor que por ellos siento.

MI VIAJE A CHINA



Una tarde de octubre me encontraba cogiendo café en la finca de mi madre, eran como las tres estaba claro y soleado,  de repente se  oscureció el cielo. Pensé, “parece que va a llover, el cielo se eta nublando” al momento se volvió a iluminar el cielo. Pero era una luz extraña, no como la del sol sino como una lámpara de alumbrado público pero nueva, alcé la mirada y vi un haz de luz pasando por en medio de los árboles. Era algo extrañamente hermoso, al instante me sentí volar, estaba flotando, me asusté tanto que comencé a patalear como cuando uno se está ahogando en un rio.   



Ahí mismo grite ¡Dios mío!, ¿qué está pasando? Se me hizo un nudo en la garganta, casi me como el café al abrir la boca del pánico que me sobrevino.
Estaba siendo succionado por algo, me estrellaba contra las ramas de los árboles, se rego el café de la catabra, traté de agarrarme de las ramas pero no podía, no tenía fuerzas en mi ser.

De repente me vi dentro de una habitación como en un centro de monitoreo, habían pantallas por todos lados, como de vigilancia.  Me sentía golpeado y mareado, con la catabra tallándome la cintura, como si me hubiese caído a un hueco. 

Me invadió un desconsuelo que comencé a llorar del miedo, como un niño cuando se pierde  en medio de un museo de cera. Todo lo que veía me asustaba.

Después de un rato no sé cuánto tiempo, entraron unos seres rarísimos, parecidos a esos marcianos que pasan en las películas, con ojos grandes y caras alargadas, pensé que eran máscaras antigases de las que usan en las películas de guerra. 

Fue tal el miedo que me dio, que no supe cómo les lance la catabra y le di a uno de ellos en el cuerpo, de inmediato me saque del bolsillo una navaja que tenía, y pensé abalanzarme sobre ellos pero me dio un desguance, y quedé como si me hubiesen puesto anestesia en todo el cuerpo, inmóvil por un buen tiempo.  Recuerdo a ver visto que me revisaban con aparatos como cuando uno va a entrar a un lugar del gobierno que le pasan detectores de armas o algo así, esto fue antes de perder la conciencia.
Tiempo después desperté, me sentía solo y desamparado. Observé todo a mí alrededor, tratando de entender dónde me encontraba, por más que me esforzaba no comprendía  lo que veía, casi no me podía mover.  Pensé que estaba soñando, ore y clame a Dios que me despertara si estaba soñando y si no que me dijera que me estaba pasando, después de un  tiempo me sentí más tranquilo.

Recuerdo vagamente, que pase allí bastante rato, creo que varios días. Recuerdo haber visto algo como el espacio exterior, algo así como cuando uno va al planetario. De lo que si soy consiente es que desperté y me encontraba tirado en un bosque en medio de la nada. Me levanté y me dije: carajo me quede dormido en el cafetal.  Al observar con más detenimiento, no encontré ningún cafetal,  ni catabra ni nada conocido, solo bosque. 

Volví a sentirme como antes, desamparado y abandonado entonces volví a llorar como niño. Preguntándome ¿dónde estoy, Dios mío, que me esta pasando? Estaba todo sucio y con hambre, como cuando se pasan unos cuantos días sin comer nada de sal.
Pase horas y horas observando y analizando la situación, pellizcándome a ver si estaba dormido, pero cada vez sentía más el dolor.  Después de mucho pensar no llegué a ninguna conclusión, entonces comencé a caminar, buscando por donde ir a algún lado.

Encontré algunos hongos que se veían buenos y me los comí  junto con unas hierbas raras que me parecieron bonitas. Volví a quedar trabado, como dopado. Como si estuviera en un bosque encantado, veía los arboles moverse y como fantasmas me querían atrapar con sus ramas.

Al anochecer llegue a una casa campesina, grite hola, buenas tardes, nadie salió. Grité más fuerte hasta que salió un abuelo y me dijo algo así como, ni jao ma, no entendí ni pio, pero seguí hablándole, tratando de contarle mí historia, entonces el hombre me indico que entrara, seguí hablando como perdido cuando aparece, pero no entendían nada pues sus caras de asombro me lo hacían notar.   Dentro de la casa había 4 personas más, una mujer, dos niños y una abuela, me miraban con cara de asombro, pero eso no me impedía seguir hablando.

Al rato me sirvieron algo de comer, era tanta el hambre que tenía que me comí todo sin preguntar, sabia raro pero no deje nada.  Más tarde después de hablar y hablar me quede dormido de cansancio. Al día siguiente y ya con calma nos fuimos entendiendo por medio del lenguaje universal de las señas.

Al fin entendieron que yo no era de por allá, y me llevaron a un caserío una varias horas de camino abajo de la montaña,  allí habían más personas y casas, además tenían algunas formas de comunicación más actuales.  Pude darme cuenta que me encontraba en la china o corea o Tailandia o algo así pues su escritura era de ese estilo.  Lo mejor fue que alguien de allí pronunciaba algunas palabras en inglés y esto me sirvió pues yo también hablaba algo de spanglish y de alguna forma me hice entender que yo era colombiano.

Recuerdo que tratando de comunicarme en chino yo pronunciaba algunas palabras que usábamos de niños para decir que hablamos chino, tales como: yoshi tomo mashato, muchiguain, cachichen y algunas otras palabras, pero nadie entendía nada. Yo les decía con entusiasmo y angustia   I am Colombian, Colombian coffee, y nada.

Me prestaron un mapa del mundo y con el pude explicar que yo era colombiano y que unos extraterrestres me habían raptado y llevado allá, no sé si creyeron algo pero al otro día me llevaron hasta  otro pueblo mucho más grande y allí si había quien hablara inglés y español, me dijeron  que eran del consulado colombiano.  Desde allí pude enviar un par de correos al email de mi familia y trate de explicarles que estaba en china, lo más agradable de allí fue que me dieron comida colombiana, cosas tan deliciosas como hacía mucho no comía.

Creo que nadie me creyó el cuento de los marcianos, pero igual, me metieron en un avión y me enviaron para Bogotá, Colombia, pues me dijeron que habían averiguado y que me estaban buscando desde hacía un mes en mi país.

Hasta el día de hoy, y después de varios meses, por más que le cuento mi cuento a todo el mundo, parece que nadie me cree ese cuento de los ovnis y menos lo de la china, pero ni modo, yo si me lo creo.
joseferchozamper

Di mi brazo a torcer

Di mi brazo a torcer
Con tal de no perderlo todo
Pues me tenían bien jodido
Con eso del parecer

Cada cual a su acomodo
No aceptando la razón
Aunque hable el corazón
Nadie quiere sentirse solo

Eso implica que ni modo
De llegar a un acuerdo
Pues queremos nos den crédito
A todo lo que es nuestro

Aun sabiendo que lo recto
Es mejor que lo correcto
Lo legal nos favorece, mucho más
Que lo perfecto.

Por eso, me tocó ceder
Pues nadie quiere perder
Con todo ese saber
Todos queremos vencer

Que en la internet dice tal cosa,
Y ellos tienen la razón
Me insistía con gran alboroto
Un pequeñito de apenas ocho
Como quien ya se las sabe todas
Sin razones ni aciertos.

Al  tratar de convencerlo
Que su vida de colegio 
Necesitaba más progreso.
Para llegar a ser maestro.

Di mi brazo a torcer
Con aquellos que me enfrentan
Evitando así un descuento
De mi  sabio parecer
Pues si no lo hago pierdo
Todo el brazo y mi cuerpo.

Por eso hoy aquí prefiero
Que lleguemos a un acuerdo
Y todos quedemos contentos
Sin sentirnos menos ciertos.