Grandes Reflexiones

Bienvenidos
Soy artista porque pienso que la vida es amor, porque canto y escribo versos con dolor.
 El artista no es consciente, de la vida alrededor, con sus sueños, él pretende cambiarlo todo de color.
Sentimientos y anhelos llenan hoy su corazón, esas huellas del pasado la vida entera nos cambió.
Pero, el pincel o una pluma, expresarán ese dolor, que mostrar él no quisiera, y a la postre, su esplendor.

¿Es así la vida?
En la vida de cualquier hombre, el placer y el trabajo son dos cosas opuestas.
Para la gran mayoría de las personas no hay placer en el trabajo, excepto para los inversionistas.
Si no le ponemos el alma a lo que hacemos, el único placer será el sufrimiento. 
No hay dolor que merezca la pena, si no hay satisfacción.
De las pasiones juveniles huye, porque ellas te llevan a abandonar lo verdaderamente valioso, el amor.
Por ejemplo, en el parto las madres sufren con un amor apacible, o un amor que duele.
Pero cuando nace su hijo, todo mereció la pena, nada las lleva a abandonar el esfuerzo.
Aunque los hijos se vuelvan malos, en sus madres siempre hallaran amor.

No hay ni una sola alma que se escape de vagar por el desierto cuando se evita el dolor, cualquier culpa les impedirá disfrutar de las bendiciones del verdadero amor.

Quien no ama, no sufre, porque el amor es sufrido. Aunque la culpa los mate por dentro.
No huyas, aunque el amor te cause dolor.
Cuando se tiene ciega el alma, el aire puro te impide respirar, y vives en un constante  dolor de parto.
No trabajo para ser rico, sino para ser feliz.
En ningún trabajo de tiempo completo, queda lugar para el ejercicio, y el dolor viene por la falta de vida en el alma.

¿Pero quienes somos en realidad?
La competencia mejorada, o nosotros mismos en un estado de ingravidez. No sé.
¿Y la vitalidad, qué, con una gran cantidad de trabajo y sin poderlo hacer?

¿Qué podremos decir?
En el momento, nada. Pero,  luego, talvez.
Quien me produce dolor no me atormenta, el dolor tampoco, pues así se juntan y encuentro el placer. El placer con el dolor dan un mayor placer.
No hay dolor que aflija el alma de un hombre que ha salido a exponer su verdad al reproche de los demás.
¿Que no sufra dolor para ahorrar amor?  Que locura.
Es la receta para hacer un verdadero culto: fatiga, dolor, alma, ejercicio, sentimientos y sin condenar a nadie.
Si mezclamos todo esto, nos puede dar una gran vida, con un cierto grado de sacrificio.
Estas huyendo de tu realidad, pero ¿cómo? Si es tu misma fotografía mejorada.
La culpa no es del fútbol, ni de la oficina, tampoco de la escuela; mucho menos del trabajo, pues de él vienen los ingresos.
No sólo es tu película, es la de todo el mundo.

¿Cómo empezó todo esto? 
En primer lugar, todo tiene un principio, pero también tiene un final. 
Camino desde que era niño en el campo, recuerdo que subíamos a las montañas para   disfrutar de los paisajes que se podían divisar desde allí, eran montañas magníficas. 
Estas subidas me hacían ver lo hermosa que era la vida silvestre, y su silencio   maravilloso que me inundaba de paz interior el corazón, el alma y mis sentidos.
Sin embargo, como muchos otros, el deseo y las necesidades de conocimientos e ingresos me sacaron de esos lugares.

El matrimonio y los compromisos familiares, me llevaron a formar parte de ese   montón de personas que trabajan y trabajan por alcanzar sus sueños, sin nunca haber soñado nada.
La belleza, la paz, la soledad de aquellas tierras, estaban dentro de mí, y me   enfrentaba a la ciudad con gran desánimo, sin lograr reavivar mi amor por la vida.

JoseFercho ZamPer 


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