La Tormenta.

Era una noche de tormentos
el viento amenazaba violento
produciendo quejidos y lamentos
al crujir los viejos árboles por el viento.

Como si alguien tocase a mi puerta
me era imposible dormir
ese tiempo se me hizo eterno
recordando que era 1 de noviembre

Que, además cumpliría años mi muerta
sentí un fantástico terror
como jamás sentir había,
aquel ruido oprimía mis sentidos
calmarme no podía.

¿Será un viajero perdido?
me dije y nada más
tomando fuerzas de donde no había
repuse con voz aturdida
¿Quién toca la puerta?
estas no son horas de molestar.

Escuché una llamada tan incierta
qué, entonces abrí la puerta
miré el entorno vacío
solo tinieblas y nada más.

Mi mente vuelve y piensa
solo ideas incoherentes
mis oídos escuchan susurrantes
«Leonor»
como un murmullo y nada más

Cierro la puerta con pavor
me torno pálido e inquieto
más fuerte golpean mi ventana,
no puedo creer esto
¿cómo calmar esta angustia sobrehumana?

Con mi voz apagada e ímpetu agónico
vertí en ese momento mi alma
al sentir abandonada mi esperanza
¿Quién me atormenta en esta hora?

Largo tiempo quedé sin recibir respuesta
sentado en mi duelo y pensando en Ella
sentí el aire denso y un aroma a incienso
una voz de repetir ferviente
“Olvida a Leonor, sácala de tu mente”

Como bálsamo para mi amargura
por mi dolor del fatal momento
dime si alguna vez a Leonor
volveré a ver en la eternal aurora
donde feliz con los querubines mora.

Con mi espíritu envuelto en densa bruma
libre por fin del peso que la abruma
mi alma enlutada de sombras se libra
Leonor, quien habita con los ángeles
ahora y por siempre estará.

JoseFercho ZamPer


2 comentarios: