La incertidumbre.

Cuanto extraño aquellos días cuando podía verte, acariciarte, oír tu voz.
Hoy nos sentimos perdidos de la realidad.

Estamos incapacitados para ir, para acompañar, para amar.

Me enteré de que, el 16 de marzo te ibas para Bogotá, que, a reclamar por todas las injusticias cometidas por los gobernantes locales, me dijeron que en un par de semanas estabas de regreso, pero se equivocaron, pues te dejaron encerrado allí.

Aquel día apenas había tenido tiempo para saludarte, estaba tan ocupado en mis quehaceres que, no tuve tiempo de despedirme.

Ahora no estoy seguro si vuelva a verte.

Es tiempo de volver, pero aun estás encerrado en esas cuatro paredes de mierda.

Hoy lograste subir esas escaleras que te llevarán a la eternidad.

El temor flotaba en el ambiente, era una sensación de derrota, de fracaso.

Nos ganaste de mano.

Te fuiste antes de volver a casa.

Me encontraba a la orilla del mar cuando te sentí, pude oír tu voz despidiéndote de mí, hasta olí tu perfume, mientras las olas acariciaban mis pies.

Aquella noche no pude dormir, y cómo hacerlo, tú no estabas aquí.
Me gustaría poder volar para ir a verte, antes de…
Pero, no hay vuelos, no hay trenes, menos flotas que me lleven a ti.

Todo está suspendido en mis recuerdos.
Estamos jodidos porque los científicos no saben nada…
Esto es peor que una guerra, la población vive en estado de continuo miedo.

¿Cómo poder creer que, algún día podré volver a verte?
¿Cómo llegar hasta ti, si no en espíritu?

Tal vez ya eres polvo, o aire, o fuego, o quizas tierra.

JoseFercho ZamPer

No hay comentarios.:

Publicar un comentario